Un reciente fallo en Australia dictaminó que la eliminación de Roxanne Tickle, una mujer trans, de la aplicación «Giggle for Girls» constituyó discriminación basada en su aspecto físico para determinar su identidad de género. Este caso se ha convertido en un referente clave en la defensa de la igualdad y el reconocimiento de las identidades trans en el país.
El conflicto comenzó en 2022, cuando Tickle presentó una demanda contra la aplicación y su fundadora, Sall Grover, después de que su cuenta fuera eliminada al considerarla masculina. A pesar de que la aplicación había aprobado su identidad a través de un sistema automatizado de reconocimiento facial, Grover decidió manualmente retirar su acceso basándose únicamente en criterios estéticos. Así, el tribunal ordenó una compensación de 10.000 dólares australianos para la demandante, pero no exigió una disculpa escrita, a pesar de que Tickle la había solicitado.
Este fallo tiene importantes implicancias, reforzando la protección legal para las personas transgénero en Australia. Además, pone en cuestión las políticas de exclusividad de género basadas únicamente en el sexo asignado al nacer. Giggle for Girls es una aplicación de redes sociales creada en Australia, diseñada para ser un espacio exclusivo para mujeres. Aunque su fundadora, Sall Grover, el propósito de la plataforma es proporcionar un entorno seguro donde las mujeres puedan compartir sus experiencias sin la presencia de hombres y, promocionándose como un espacio seguro para mujeres, lo cierto es que el incidente ha abierto una discusión en cuanto a los espacios separatistas y cómo pueden enmascarar, eventualmente, transfobia.
