El pasado 9 de junio, en el marco de las elecciones europeas, los ciudadanos fueron testigos del ascenso de la ultraderecha en el continente. Entre los casos más destacados, se encuentran figuras como Giorgia Meloni en Italia, Alternativa para Alemania en el país germano, Libertad en Austria y Geert Wilders en Países Bajos. Sin embargo, una mención especial se la llevó Marine Le Pen en Francia y su arrolladora victoria. Esta situación obligó a Emmanuel Macron a convocar elecciones legislativas anticipadas, ante la previsión de que la ultraderecha vuelva a arrasar en las elecciones nacionales.
En este contexto, algunos jugadores de la selección francesa, entre ellos Kylian Mbappé, han aprovechado el marco de la Eurocopa como altavoz para cargar contra el partido de Marine Le Pen y hacer un llamado a la población para que acuda a las urnas. La selección francesa, formada mayoritariamente por jugadores de familias procedentes de las excolonias del país galo, no ha dudado en posicionarse contra un partido que consideran racista y antiinmigración. Así, los primeros en alzar la voz esta semana fueron Ousmané Démbélé y Marcus Thuram. Ahora, Mbappé se ha sumado a sus compañeros para abanderar la lucha contra el ascenso de la ultraderecha en su país.
“Estamos en un momento crucial en la historia de nuestro país, una situación sin precedentes. Debemos poner las cosas en perspectiva y tener un sentido de nuestras prioridades”, comenzaba el delantero. Mbappé hizo, además, un llamamiento a la población francesa y, en especial, a los más jóvenes: “Creo que somos una generación que puede marcar la diferencia. Hoy podemos ver claramente que los extremos están a las puertas del poder y tenemos la oportunidad de elegir el futuro de nuestro país. Por eso hago un llamado a todos los jóvenes para que vayan a votar”. Para concluir, añadió: “Tenemos que identificarnos con los valores de tolerancia, diversidad y respeto. Espero que aún estemos orgullosos de llevar esta camiseta el 7 de julio. Estoy en contra de los extremismos y de las ideas que dividen”, sentenció.
Cabe recordar que esta no es la primera vez que la política francesa se mezcla con el fútbol. Hace años ya hubo un jugador que se interesó por el devenir de su país y por quién ocuparía el poder y lideraría Francia: Zinedine Zidane. Corría el año 2002, el francés llevaba tan solo un año en el Real Madrid, mientras en su país se vivían elecciones presidenciales. El partido de ultraderecha del Frente Nacional, encabezado por Jean-Marie Le Pen, comenzaba a subir como la espuma en las encuestas y a ganar votantes. En la primera vuelta, consiguió el 16,86% de los votos, lo que alertó a la sociedad y llamó a la movilización de los ciudadanos para frenar este ascenso. Una movilización que traspasó las fronteras deportivas y abrió una batalla campal entre Zidane y Le Pen.
“La gente tiene que votar. Es muy importante. Y, sobre todo, hay que pensar en las consecuencias que puede tener votar a un partido que no corresponde para nada con los valores de Francia. Soy francés. Mi padre es argelino. Estoy orgulloso de ser francés y estoy orgulloso de que mi padre sea argelino”, afirmó Zizou. Además, grabó un vídeo contra Le Pen, cuyas palabras llegaron a oídos del político, quien no dudó en contestar: “No te dejes embarcar en asuntos como éste, ni te dejes manipular por gentes que se sirven de ti, de tu notoriedad”. Aunque tras ello, la batalla entre ambos fue subiendo de tono y el ultraderechista continuó cargando contra el futbolista: “Zidane puede quedarse en España. Nadie le retiene. No tiene más que ir a donde le parezca bien. Que se quede en España porque nadie le retiene”.
Así como Zidane, Mbappé no mencionó a ningún partido en específico, pero se entiende que hacía referencia al de Marine Le Pen, ya que dejó claro que compartía las palabras de Marcus Thuram, quien sí se mostró en contra del partido de extrema derecha.