El emblemático grupo disco Village People, reconocido por su éxito Y.M.C.A., confirmó su participación en varios eventos relacionados con la toma de posesión de Donald Trump. Según explicó Victor Willis, vocalista de la banda, la decisión busca que su música sea un símbolo de unión en un país polarizado tras una campaña electoral especialmente tensa. «Sabemos que a algunos no les gustará esta decisión, pero creemos que la música debe trascender las divisiones políticas», señaló Willis en un comunicado.
Entre las presentaciones previstas, la banda actuará en un baile inaugural organizado por Turning Point USA, una organización conservadora que contará con invitados como J.D. Vance, Donald Trump Jr. y Tulsi Gabbard. Además, se espera que los Village People participen en al menos un evento donde estará presente el propio presidente electo.
La relación entre Trump y la banda ha sido peculiar. Durante la campaña presidencial, Y.M.C.A. fue una constante en los mítines republicanos, e incluso el expresidente sorprendió a muchos al realizar pasos de baile improvisados al ritmo de la canción. En 2020, el uso de este tema generó tensiones, y los titulares de los derechos consideraron emprender acciones legales por su empleo no autorizado. Sin embargo, este año, Willis defendió la inclusión de Y.M.C.A. en los actos republicanos, argumentando que la canción no debe limitarse a una etiqueta y que su mensaje puede ser unificador.
La decisión de los Village People de aceptar la invitación de Trump ha generado opiniones divididas. Mientras algunos celebran su postura de que la música no debe politizarse, otros señalan la ironía de que una banda asociada con la comunidad LGBTIQ+ participe en eventos relacionados con un presidente criticado por sus políticas hacia las minorías.
Por su parte, Trump ha tenido una relación conflictiva con el mundo del espectáculo. Artistas como The White Stripes, Foo Fighters y Adele rechazaron el uso de su música en los eventos republicanos, mientras que figuras como Taylor Swift y Bruce Springsteen manifestaron públicamente su apoyo a candidatos demócratas. No obstante, Trump encontró en Y.M.C.A. un himno inesperado, consolidándolo como parte de su repertorio político.
Willis, en defensa de su decisión, sostuvo que la música puede desempeñar un papel conciliador, y aseguró que Y.M.C.A. es un «himno global» que ha trascendido generaciones y contextos. Pese a las críticas, el grupo parece estar decidido a utilizar su plataforma musical para fomentar una imagen de reconciliación.