La participación de soldados norcoreanos en el conflicto en Ucrania, apoyando a Rusia, ha desatado curiosidad por el acceso sin restricciones a Internet que estos soldados ahora tienen, una experiencia inédita para ellos. En Corea del Norte, la mayoría de la población solo puede acceder a Kwangmyong, una red nacional controlada y censurada que ofrece propaganda del régimen y bloquea cualquier contenido extranjero. Sin embargo, en Rusia, los soldados norcoreanos enfrentan una Internet sin limitaciones significativas, lo que ha derivado en un supuesto interés inusitado por contenidos pornográficos, según informes de fuentes externas.
Aunque la veracidad de esta información no ha sido confirmada, el portavoz del Departamento de Defensa de EE. UU., el Mayor Charlie Dietz, se negó a comentar sobre las «actividades virtuales» de los norcoreanos en Rusia, indicando que la prioridad de su país sigue siendo el apoyo a Ucrania y la seguridad en la región. Mientras tanto, el despliegue de tropas norcoreanas en suelo ruso ha sido confirmado tanto por funcionarios ucranianos como por la inteligencia estadounidense, con el primer enfrentamiento documentado en la región de Kursk.
De hecho, estos primeros combates no solo son significativos por la intervención de tropas extranjeras, sino también por los desafíos de coordinación entre rusos y norcoreanos. Según testimonios de prisioneros rusos, la falta de comunicación efectiva entre ambos ejércitos ha provocado incidentes de fuego amigo. Un soldado capturado relató cómo los norcoreanos abrieron fuego accidentalmente contra sus compañeros rusos durante una operación, lo que motivó su rendición.
Por otro lado, el compromiso de Corea del Norte con Rusia en este conflicto fue ratificado en Moscú, donde la ministra de Relaciones Exteriores norcoreana, Choe Son Hui, prometió que Pyongyang apoyará a Rusia «hasta el día de la victoria». Además, el ministro de Relaciones Exteriores ruso, Sergei Lavrov, elogió los «lazos cercanos» con Corea del Norte, resaltando la importancia de esta alianza para los objetivos de seguridad de ambos países.
En conclusión, la intervención de Corea del Norte en Ucrania representa un giro en las dinámicas de la guerra, introduciendo no solo una nueva fuerza militar, sino también un choque cultural que expone a los soldados norcoreanos a una realidad digital y social completamente ajena.