Las superbacterias podrían causar la muerte a cerca de diez millones de personas a mediados de este siglo. Este sombrío pronóstico, similar a las cifras de muertes por cáncer en 2020, se desprende de un alarmante el informe publicado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma). En este informe se exploran las dimensiones ambientales de la resistencia a los antimicrobianos, una amenaza que afecta la salud de seres humanos, animales y plantas, así como la economía.
El documento, que fue presentado en la Sexta Reunión del Grupo de Líderes Mundiales sobre la Resistencia a los Antimicrobianos en Barbados, destaca que los antimicrobianos, que incluyen antibióticos, antivirales, antifúngicos y antiparasitarios, son ampliamente utilizados para prevenir y tratar infecciones en diversas áreas como la acuicultura, la ganadería y la producción de cultivos. Así, la resistencia a estos fármacos provocada por el uso indebido y otros factores, crea condiciones propicias para el desarrollo de microorganismos resistentes, las superbacterias.
Por otra parte, y desde una perspectiva económica, el Pnuma alerta sobre el elevado costo que conlleva la resistencia a los antimicrobianos. Se espera que esta resistencia cause una caída en el PIB de al menos 3,4 billones de dólares anuales para 2030, lo que podría empujar a 24 millones de personas más a la pobreza extrema en el mundo. Además, el informe resalta la conexión entre el aumento de la resistencia a los antimicrobianos y las crisis ambientales actuales, como el cambio climático, la alteración de la diversidad microbiana y la contaminación biológica y química, señalando así la urgente necesidad de
reducir la contaminación originada en sectores farmacéuticos, agrícolas y sanitarios. Por su parte, Inger Andersen, directora ejecutiva del Pnuma, hace hincapié en que la contaminación del aire, suelo y agua no solo socava el derecho humano a un medio ambiente saludable y sostenible, sino que también agrava el problema de la resistencia a los antimicrobianos.
Lo que propone el informe es medidas integrales para abordar tanto el deterioro ambiental como el aumento de la resistencia a los antimicrobianos, destacando la necesidad de crear marcos regulatorios sólidos a nivel nacional y de coordinación global. También se promueve una gestión del agua más eficiente y la promoción de buenas prácticas de higiene para reducir la propagación de la resistencia, además de sugierir explorar nuevas estrategias financieras para abordar este desafío
Este llamado a la acción se suma a los esfuerzos globales por enfrentar la creciente amenaza de las superbacterias. Por parte de la ciudadanía, algunos sencillos pasos pueden contribuir a la lucha contra la propagación de las superbacterias; acciones tan básicas como lavarse las manos frecuentemente, terminar el tratamiento completo de antibióticos tal y como es recetado y no compartir medicamentos -especialmente antibióticos- ni reutilizarlos para una enfermedad futura, son acciones fundamentales para evitar un futuro en que los medicamentos ya no sean efectivos en el control de los microbios.