El Ministerio Público comunicó oficialmente su decisión de no perseverar en la investigación por la muerte de Anna Cook, DJ chilena fallecida en agosto de 2017, marcando así el cierre de una causa que durante ocho años mantuvo abiertas profundas interrogantes. A pesar de ello, la audiencia realizada este viernes por la mañana estuvo marcada por restricciones, ya que no se permitió el ingreso de público a la sala.
En paralelo, la defensa de la familia de Ana María Villarroel —nombre real de la Dj — manifestó su adhesión formal a la resolución del Ministerio Público. Sin embargo, durante la instancia expresó críticas por el incumplimiento del tratado de Belem do Pará, el cual compromete a los Estados a investigar de manera diligente hechos de violencia contra mujeres. También se solicitó sin éxito que la madre de la DJ pudiera declarar ante el tribunal.
Anna Cook fue ingresada sin signos vitales al Hospital del Salvador el 2 de agosto de 2017. Llegó sin ropa, según el relato de quienes estuvieron con ella esa noche en la casa donde vivía. Entre ellos, se encontraban Matías Troncoso y Raúl Azócar, nombres que figuran desde el comienzo de la investigación como los últimos en verla con vida. Ellos, junto a un tercer hombre, testificaron en su momento y también ofrecieron sus versiones en el podcast ¿Quién mató a Anna Cook?.
Mientras tanto, la familia sostiene la hipótesis de un homicidio, en parte porque se trataría de una escena con indicios de violencia sexual —hecho inicialmente cuestionado por la investigación, pese a que se halló evidencia biológica como semen en la boca de Anna, la cual posteriormente desapareció del expediente— y porque la joven era lesbiana, elemento que ha sido considerado clave para comprender el contexto.
Con la decisión de la Fiscalía, se cierran definitivamente las diligencias sin responsables identificados ni justicia para la víctima.
