El parlamento ruso ha dado su respaldo inicial a una nueva ley que prohibiría la adopción de niños rusos por personas de países donde se permita la transición de género. Esta medida, que sigue en línea con las políticas cada vez más restrictivas contra la comunidad LGBT+, pretende «proteger los valores tradicionales» del país, según Vyacheslav Volodin, presidente de la Duma Estatal. En este sentido, Volodin ha argumentado que es fundamental salvaguardar a los niños de los «peligros» que, en su opinión, podrían enfrentar al ser adoptados por ciudadanos de países donde se permiten cambios de género.
Además, esta ley se suma a la prohibición impuesta en 2022 que impide a las personas en Rusia cambiar su género de forma legal o médica. Este marco legal refleja un endurecimiento de las políticas rusas que limitan los derechos LGBTQ+, bajo el discurso de mantener los valores tradicionales frente a lo que el gobierno denomina una «decadencia moral» en Occidente.
Por otro lado, la adopción internacional de niños rusos ha disminuido drásticamente en la última década. En 2012, el gobierno ruso ya había prohibido la adopción por parte de ciudadanos estadounidenses, lo que marcó el comienzo de una reducción significativa en los casos de adopciones internacionales. El año pasado, solo seis niños rusos fueron adoptados por extranjeros, según cifras oficiales.
De este modo, la nueva legislación no es un hecho aislado. Se enmarca dentro de un contexto más amplio de medidas que buscan restringir las libertades de las personas LGBTQ+ en Rusia. A la prohibición de la adopción por parte de personas de países donde se permiten las transiciones de género, se suman otras leyes como la que prohíbe la «propaganda gay» y la ilegalización del cuidado afirmativo de género. Además, las parejas queer en Rusia no pueden casarse ni adoptar, y no existen protecciones legales contra la discriminación hacia la comunidad LGBTQ+.
En resumen, esta nueva propuesta legislativa refuerza la postura del gobierno ruso contra los derechos de las personas LGBTQ+, consolidando un marco legal que promueve los valores tradicionales a expensas de la diversidad y la inclusión.
