El artista chileno Marco Evaristti ha vuelto a encender la polémica con su más reciente exposición en Dinamarca. Bajo el nombre Y ahora te importa, la muestra pretendía generar conciencia sobre el maltrato animal en la industria porcina, dejando morir de hambre a tres cerdos en una jaula improvisada con carros de supermercado. Sin embargo, la obra no duró mucho: los lechones fueron robados tres días después de su inauguración.
Fue el propio Evaristti quien confirmó que los animales habían sido rescatados por activistas, con la ayuda de su amigo Casper Steffensen. Según relató, Steffensen decidió actuar después de que su hija de 10 años le suplicara que impidiera la muerte de los cerditos. A pesar de haber denunciado el robo a la policía y haber cerrado la exposición, el artista terminó aceptando el desenlace. «Me sentí decepcionado cuando supe que Casper estuvo involucrado, pero después de reflexionar, entendí que al menos así los lechones tendrán una vida mejor», declaró.
La exhibición, que buscaba confrontar a la sociedad danesa con la crueldad de la industria cárnica, despertó indignación no solo entre el público, sino también entre organizaciones animalistas. Por ejemplo, la Sociedad Danesa para el Bienestar Animal condenó el mensaje del artista, señalando que el maltrato de la industria no justifica el sufrimiento de estos tres cerdos. Además, Evaristti recibió numerosas amenazas tras la inauguración de la obra, incluida una en la que se le enviaba una foto de su hijo con una esvástica dibujada.
Este no es el primer trabajo controversial del artista. En 2000, presentó una instalación con peces de colores dentro de licuadoras funcionales, permitiendo que los visitantes decidieran si activarlas o no. Más tarde, en 2006, cocinó albóndigas utilizando su propia grasa corporal, extraída mediante liposucción, como una crítica al consumismo y a la obsesión por la delgadez.