La cantante británica Lily Allen ha sorprendido a sus seguidores al desvelar una fuente de ingresos inesperada: OnlyFans. Desde julio, Allen ha utilizado la popular plataforma para vender fotos de sus pies, convirtiéndose en un ejemplo más de cómo los artistas buscan diversificar sus ingresos en un contexto de baja rentabilidad en el mundo del streaming musical. En efecto, Allen ha asegurado que sus ingresos en OnlyFans superan notablemente lo que genera por las reproducciones de sus canciones en plataformas como Spotify.
A diferencia de otros usuarios de OnlyFans, Allen mantiene un límite claro: solo publica imágenes de sus pies, sin contenido explícito o desnudos. En redes sociales, explicó que esta decisión va más allá de satisfacer un fetiche y responde a una crítica al sistema: «No odies al jugador, odia el juego». En respuesta a quienes la cuestionan, Allen señala la paradoja de ser una artista reconocida con millones de oyentes y, aun así, encontrar mayor estabilidad financiera en este nicho.
Así, la realidad es contundente: aunque cuenta con casi 8 millones de oyentes mensuales en Spotify, la compensación económica es mínima en comparación con OnlyFans, donde cada suscriptor le aporta 10 dólares mensuales. Este modelo de negocio le permite ganar miles de dólares cada mes, destacando la disparidad entre los ingresos en plataformas de streaming y aquellos generados por contenidos específicos y personalizados.
La cantante ha admitido que esta decisión, aunque en un inicio fue experimental, ahora le proporciona independencia financiera y apoyo en su hogar. Incluso su esposo, el actor David Harbour, ha expresado su respaldo, entendiendo esta faceta de Allen como un ejercicio de poder sobre su propio contenido.
En resumen, lo que empezó como una idea sugerida por su estilista de uñas ha puesto de relieve una problemática de la industria musical. Lily Allen, al apostar por esta alternativa, no solo desafía las normas, sino que plantea una reflexión sobre el valor del arte y el trabajo de los creadores en la economía digital actual.