El 14 de octubre, un niño de 10 años sufrió graves lesiones al caer sobre un fierro mientras jugaba en el patio del Colegio Miguel de Cervantes, en Santiago. Lo que comenzó como un accidente escolar escaló hasta convertirse en un fenómeno de desinformación masiva desatado por una cuenta de ultraderecha en X, que atribuyó falsamente el hecho a estudiantes venezolanos. Según un reportaje de La Tercera, las acusaciones eran completamente infundadas, y las evidencias demostraron que las heridas del menor fueron producto de un accidente y no de una agresión intencional.
El 3 de diciembre, la cuenta de X «Santiago Se Levanta», conocida por difundir contenido crítico hacia la migración, aseguró que dos adolescentes venezolanos habían empalado al niño con Trastorno del Espectro Autista (TEA) de manera premeditada. Esta versión se basó en declaraciones de la madre del menor, Macarena Undurraga, quien sostuvo que su hijo era víctima de bullying. Sin embargo, tanto el colegio como la Dirección de Educación Municipal (DEM) desmintieron esta afirmación, asegurando que el hecho ocurrió mientras jugaban al fútbol de manera accidental y que los niños involucrados eran chilenos. Así también lo confirmaron los informes médicos, que comprobaron que las heridas del niño eran compatibles con un accidente y no con una agresión premeditada.
La falsa acusación provocó amenazas, rayados con mensajes xenófobos y ataques al establecimiento, incluido el lanzamiento de huevos podridos. Además, padres alarmados retiraron a sus hijos del colegio, mientras los docentes enfrentaron acoso en redes sociales. Incluso un colegio con un nombre similar sufrió agresiones debido a la confusión generada por la desinformación.
Según La Tercera, el incidente ocurrió cuando el menor fue empujado por un compañero mientras disputaban un balón, cayendo sobre un fierro del patio. La Defensoría de la Niñez y la Superintendencia de Educación intervinieron para evaluar posibles negligencias en las instalaciones del colegio, pero confirmaron que no hubo agresión ni estudiantes extranjeros involucrados. El contexto físico del accidente y los testimonios de testigos refuerzan esta versión.
Así, el Colegio Miguel de Cervantes, conocido por albergar a un alto porcentaje de estudiantes migrantes, se convirtió en blanco de ataques debido a un contexto social polarizado. Expertos citados por La Tercera señalan que este caso refleja cómo las narrativas xenofóbicas encuentran terreno fértil en una sociedad donde los prejuicios dificultan la verificación de datos.
A pesar de las evidencias que desmienten la versión inicial, la madre del menor insiste en que su hijo fue víctima de bullying, aunque evitó referirse nuevamente a la nacionalidad de los supuestos responsables.
