Francisca Viveros Barradas, conocida artísticamente como Paquita la del Barrio, falleció este 17 de febrero a los 77 años, dejando un legado imborrable en la música mexicana. Desde sus inicios en Alto Lucero, Veracruz, hasta sus últimos años en los escenarios, su voz y su mensaje marcaron generaciones.
La intérprete de “Rata de dos patas” tuvo una infancia difícil, marcada por la pobreza y las limitaciones educativas. Pese a ello, desde pequeña mostró talento para el canto, participando en festivales escolares donde sus maestras la animaban a seguir adelante. Sin embargo, la falta de recursos la obligó a postergar su educación, logrando terminar la primaria hasta los 16 años.
A esa misma edad, su vida dio un giro al conocer a Miguel Gerardo, su primer esposo, quien resultó ser un hombre casado. Este desengaño la llevó a tomar una decisión crucial: dejar su pueblo y buscar una carrera en la música. Junto a su hermana Viola, formó el dueto Las Golondrinas y comenzó a presentarse en pequeños locales. Fue en La Fogata Norteña, un restaurante en la Ciudad de México, donde su talento empezó a destacar.
Su camino artístico estuvo marcado por altibajos personales. En su segundo matrimonio, con Alfonso Martínez, también enfrentó episodios de violencia, una experiencia que influyó en las letras de sus canciones. Temas como «Cheque en blanco» y «Tres veces te engañé» reflejan las decepciones y traiciones que vivió. Fue en uno de sus conciertos donde, al ver llegar tarde a su esposo, improvisó la frase «¿Me estás oyendo, inútil?», que más tarde se convertiría en un sello distintivo de su música.
A lo largo de su carrera, Paquita compartió escenario con artistas como Juan Gabriel, Vicente Fernández y Lupita D’Alessio. Su estilo, directo y desafiante, le valió el cariño del público, especialmente de las mujeres que veían en sus letras un desahogo frente al machismo. Su incursión en la política en 2021, como candidata a diputada local en Veracruz, fue breve y controvertida, pero reafirmó su deseo de seguir luchando por la justicia.
Los últimos años de su vida estuvieron marcados por problemas de salud, en particular por afectaciones pulmonares y dolores en el nervio ciático, que redujeron su movilidad. Pese a ello, continuó en los escenarios hasta 2023, cuando realizó su último palenque en la Feria del Caballo en Texcoco. Ahí, conmovida por el cariño del público, se despidió diciendo: «Gracias por haberme aguantado tanto tiempo… esos aplausos se van conmigo hasta la tumba».