Mon Laferte responde a críticas con crudo testimonio de su vida

En respuesta a las críticas por su exposición «TE AMO. Mon Laferte Visual», actualmente en el Parque Cultural de Valparaíso, Mon Laferte compartió un extenso y crudo testimonio sobre su vida. A través de sus redes sociales, la artista se refirió a su trayectoria y a las dificultades que enfrentó desde su infancia, defendiendo su derecho a ocupar espacios en el arte.

El debate surgió luego de que más de 500 artistas visuales firmaran una carta abierta cuestionando que la muestra de Laferte recibiera un trato preferencial, desplazando otras exposiciones previamente programadas. Frente a estas críticas, la cantante chilena decidió responder con un relato personal que dejó en evidencia la dureza de su camino.

«¿Cómo se gana una el derecho de llamarse artista? ¿Naces, te haces, lo compras?», comenzó preguntándose en su publicación. Desde esa premisa, Mon Laferte reconstruyó su historia, marcada por abusos, precariedad y lucha. A los siete años fue víctima de violencia sexual; a los once, comenzó a consumir alcohol y drogas; a los trece, trabajaba cantando en la calle mientras era explotada por un hombre veinte años mayor, quien se hacía pasar por su mánager y se quedaba con la mitad de sus ingresos. Durante años, se presentó en micros, bares y circos, sobreviviendo con lo poco que lograba reunir.

«A los 17 vivía sola con mi abuela, me tocó cuidarla después de un derrame cerebral», relató. En ese contexto, trabajaba por las noches para comprarle pañales y ropa usada para sus presentaciones. A los 18 años, encontró en la televisión su primera oportunidad estable, ganando 30 mil pesos chilenos a la semana. Sin embargo, en ese espacio también sufrió abusos y acoso por parte de un productor musical.

Con 23 años, y tras haber ahorrado cuatro millones de pesos, Mon Laferte dejó Chile y se trasladó a México en busca de mejores oportunidades. Sin contactos ni apoyo, sobrevivió cantando en bares y enfrentó la violencia del crimen organizado. Con esfuerzo y constancia, logró construir una carrera musical que hoy la ha llevado a ser una de las artistas más reconocidas de América Latina.

«Yo no ando queriendo ocupar el espacio de nadie, pero tampoco voy a andar disculpándome por ocupar el mío», sentenció en su mensaje. Su testimonio, cargado de vulnerabilidad y resistencia, resonó entre sus seguidores, quienes la apoyaron con miles de mensajes.

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