La Primera Dama de Estados Unidos, Melania Trump, ha extendido invitaciones a activistas anti-trans para asistir al discurso del presidente Donald Trump ante el Congreso. Entre los invitados destacados se encuentra January Littlejohn, una figura clave dentro del movimiento de “Derechos de los Padres” en Florida. En 2021, Littlejohn demandó al distrito escolar del condado de Leon, alegando que la institución había impulsado la transición de género de su hijo sin su consentimiento. Sin embargo, registros públicos desmienten esta versión, mostrando que fue ella misma quien solicitó el uso de pronombres neutros para su hijo no binario.
Los correos electrónicos publicados revelan que Littlejohn estuvo en constante comunicación con la escuela y aprobó que su hijo guiara el proceso de adaptación en el entorno escolar. En uno de los mensajes, expresó su intención de apoyar a su hijo en su identidad de género, permitiendo que usara un nuevo nombre y pronombres en el aula. A pesar de esto, su relato ha sido utilizado como herramienta política para justificar legislaciones restrictivas contra los derechos de las personas trans en Florida.
Otro de los invitados es Payton McNabb, exjugadora de voleibol de secundaria que afirmó haber sufrido una lesión grave tras competir contra una atleta trans. Desde entonces, McNabb ha sido portavoz de un grupo conservador que promueve la exclusión de personas trans en el deporte y apoya políticas que obligarían a las escuelas a revelar la identidad de género de los estudiantes LGBTQ+ a sus familias, sin su consentimiento.
Ambos activistas han sido utilizados por la administración Trump para reforzar su narrativa en contra de los derechos de las personas trans. Mientras tanto, Melania Trump ha construido un perfil público rodeada de figuras que respaldan políticas regresivas, marcando una clara estrategia para el gobierno republicano en su agenda legislativa.