Después de más de veinte años de tensión pública, Madonna y Elton John sorprendieron al mundo con una imagen que parecía imposible: ambos posando sonrientes tras bambalinas en Saturday Night Live. La fotografía, publicada en el Instagram de la cantante, vino acompañada de un mensaje que reveló no solo el fin del distanciamiento, sino también un gesto de reconciliación profundamente emocional.
Desde aquel momento, Madonna recordó cómo la figura de Elton marcó su juventud. Confesó que, siendo adolescente, se escapó de casa para verlo en vivo en Detroit, una experiencia que cambió su percepción sobre la música y sobre sí misma. Verlo brillar en el escenario la ayudó a entender que ser distinta no solo era válido, sino también vital.
Con los años, sin embargo, la admiración se vio empañada por críticas públicas. En 2002, Elton John descalificó el tema “Die Another Day”, calificándolo como la peor canción de James Bond. Luego, en los Q Awards de 2004, su desprecio escaló al cuestionar que Madonna fuera reconocida como mejor acto en vivo, atacando su uso del playback con un comentario que rozó lo violento.
Más adelante, los cruces continuaron. En 2012, tras competir por el Globo de Oro a Mejor Canción Original —que finalmente ganó Madonna—, fue David Furnish, esposo de Elton, quien criticó el veredicto. Incluso hubo declaraciones donde el músico británico llegó a llamarla “stripper de feria” y sentenció que su carrera estaba acabada.
Pese a todo esto, fue la propia Madonna quien decidió dar el primer paso, al enterarse de que Elton sería el invitado musical en SNL. “Necesitaba verlo y hablar con él”, escribió. El reencuentro fue tan emotivo como inesperado: Elton la recibió con un “perdóname”, y, según la artista, el muro entre ambos se desplomó de inmediato.
A partir de allí, el intercambio dio paso a una nueva etapa. Elton le reveló que había compuesto una canción para ella y expresó su deseo de colaborar. En redes, le agradeció no solo por el perdón, sino también por su legado artístico, su lucha contra el VIH y su papel como referente para nuevas generaciones de artistas femeninas.