Kim Kardashian ha vuelto a ser el centro de la conversación tras protagonizar una sesión de fotos junto al robot humanoide Optimus y la camioneta Cybertruck de Tesla. Capturada por Steven Klein para Perfect Magazine, la sesión muestra a la empresaria en escenarios que evocan una relación romántica con el androide: abrazos, selfies y gestos de complicidad que rápidamente despertaron todo tipo de reacciones en redes sociales. Aunque la empresaria intentó restarle importancia al asunto, asegurando que se trataba de una broma, las críticas y teorías sobre un posible acuerdo con Tesla no tardaron en llegar.
La publicación de Kardashian coincidió con un momento delicado para Elon Musk y su compañía. En los últimos meses, el magnate ha sido objeto de múltiples polémicas, incluyendo acusaciones de hacer gestos fascistas en público, lo que ha generado un boicot contra Tesla y puesto en cuestión a la celebridad como simpatizante nazi. Mientras algunos consumidores optan por cubrir los logotipos de sus vehículos para evitar ser asociados con la empresa, otros continúan defendiendo a Musk como una figura visionaria. En este contexto de división, la aparición de Kardashian promoviendo productos de la marca generó interpretaciones que iban desde el oportunismo hasta el apoyo indirecto a Musk.
Las imágenes no tardaron en viralizarse, acumulando miles de comentarios en X (antes Twitter) e Instagram. Algunos usuarios ironizaron sobre la cercanía de la estrella con el robot, asegurando que había encontrado a su “pareja ideal” por su bajo mantenimiento. Otros fueron más severos, acusándola de usar su plataforma para enaltecer la imagen de un empresario envuelto en controversias. Incluso surgieron llamados al boicot contra Skims, la marca de ropa de Kardashian, argumentando que la sesión de fotos no era solo una estrategia estética, sino un acto con carga política.
Ante la especulación sobre una posible promoción encubierta, el equipo de la empresaria declaró al New York Times que no recibió ninguna compensación por su interacción con Optimus. A pesar de esta aclaración, persisten las dudas, sobre todo porque Kardashian ya ha sido sancionada en el pasado por no revelar pagos por publicidad en sus redes. En 2022, la Comisión de Bolsa y Valores de EE.UU. le impuso una multa de 1,26 millones de dólares por promocionar criptomonedas sin divulgar que había recibido dinero por ello.
Más allá del escándalo mediático, la relación de Kardashian con los productos de Tesla no es nueva. En varias ocasiones ha mostrado su entusiasmo por la tecnología de la empresa, compartiendo imágenes de su Cybertruck y asistiendo a eventos junto a Musk. Sin embargo, este acercamiento ocurre en un contexto de fuerte rechazo hacia el empresario, lo que ha amplificado las críticas hacia la estrella.
Mientras la empresaria se mantiene en silencio respecto a la controversia, los comentarios en sus publicaciones continúan acumulándose. Algunos la acusan de haber elegido un bando, mientras otros defienden la sesión como una simple estrategia de marketing. Lo cierto es que, una vez más, Kardashian ha logrado lo que mejor sabe hacer: estar en boca de todos, aunque sea por los motivos incorrectos.
