Este domingo, el gobierno turco bloqueó el acceso a los distritos de Beyoğlu y Şişli en Estambul, así como a las estaciones de metro cercanas, mediante puestos de control y barricadas, con el fin de evitar la marcha del Orgullo LGBT+. Los eventos de la décima semana del Orgullo en Estambul comenzaron el 17 de junio y debían culminar con un desfile el domingo.
Según informaron varios medios internacionales (EFE/AFP/InfoBae), antes de la marcha, las autoridades cerraron las estaciones de metro Taksim y Şişhane para prevenir cualquier congregación en la Plaza Taksim, redirigiendo a los peatones por rutas alternativas. En respuesta, los organizadores planearon reunirse en varios puntos de Beyoğlu, Beşiktaş y Kadıköy.
Desde el primer desfile del Orgullo en Estambul en 2003, el gobierno de Recep Tayyip Erdogan ha prohibido la mayoría de las concentraciones, deteniendo a activistas y reprimiendo a manifestantes con gases lacrimógenos y balas de plástico. Aunque la homosexualidad es legal en Turquía desde 1858, el actual gobierno islamista y conservador tacha frecuentemente al colectivo LGBT+ de «perverso».
El rechazo a la comunidad LGBT+ también se reflejó en la Facultad de Medicina de la Universidad Izzet Baysal de Bolu, que eliminó la frase «orientación sexual» del Juramento Hipocrático, argumentando que «no existe tal cosa». Esta decisión fue criticada por los estudiantes, quienes la consideran contraria a los valores éticos universales y los derechos humanos.
Recordemos que el presidente Erdogan expresó su descontento con la ONU por mostrar los colores LGBT en su sede en Nueva York. Erdogan aseguró que estos movimientos intentan debilitar la familia y la sociedad, reafirmando que Turquía nunca permitirá tales «movimientos desviados». Este posicionamiento es parte de su programa electoral que busca clausurar organizaciones LGBTI y proteger la «institución familiar».