El cierre de Garbage en el Festival REC 2025 dejó un sabor amargo entre los asistentes. Y aunque todo comenzó con un espectáculo enérgico y una conexión intensa con el público, el desenlace fue inesperado y generó controversia. La banda británica regresó al escenario para interpretar una última canción, sin imaginar que su despedida quedaría marcada por un incómodo incidente técnico.
Al iniciar su última interpretación, los músicos continuaron tocando sin darse cuenta de que el sonido había sido cortado. Desde el público, los gritos de «¡no se escucha, no se escucha!» reflejaban la confusión generalizada, mientras Shirley Manson, visiblemente desconcertada, seguía con la performance. La escena, que rápidamente se viralizó en redes sociales, dejó en evidencia la molestia de los fanáticos, quienes no tardaron en señalar a la organización del evento como responsable.
El problema no solo afectó la música, sino también el discurso final de la vocalista. Al intentar despedirse y agradecer al público, su micrófono ya no transmitía sonido, lo que provocó aún más frustración entre los asistentes. Ante la evidente interrupción, Manson expresó su descontento de manera contundente, levantando el dedo del medio en dirección a la producción del festival.
La reacción del público no se hizo esperar. Entre pifias y gritos de protesta, algunos asistentes incluso arrojaron objetos al escenario, generando momentos de tensión que requirieron la intervención del personal de seguridad. Mientras tanto en redes sociales, los comentarios reflejaban el descontento generalizado, con múltiples críticas a la organización por lo que se consideró un cierre abrupto e irrespetuoso para una de las bandas más esperadas del evento.
Más allá del mal rato, Garbage continuará con su gira internacional. Su próximo concierto en el Movistar Arena promete borrar la amarga experiencia de Concepción y reencontrarse con su público en mejores condiciones.