Vladimir Shklyarov, reconocido bailarín principal del Teatro Mariinsky de San Petersburgo, falleció a los 39 años tras caer desde el quinto piso de un edificio. El trágico suceso ocurrió el 16 de noviembre, dos días antes de una cirugía de columna programada. Según informes preliminares, la caída fue un accidente, aunque las autoridades han iniciado una investigación para esclarecer las circunstancias.
El bailarín se encontraba en su apartamento, tomando analgésicos por una lesión crónica, cuando decidió salir al balcón para fumar y tomar aire. Su compañera de profesión, Irina Bartnóvskaya, describió el balcón como un espacio angosto, lo que podría haber contribuido a la pérdida de equilibrio que resultó fatal.
La noticia conmocionó a la comunidad del ballet. Diana Vishneva, también bailarina principal del Mariinsky, expresó su dolor calificando la muerte como una «tragedia que deja un vacío inmenso». También el Teatro Mariinsky emitió un comunicado destacando la magnitud de la pérdida, afirmando que Shklyarov «inscribió su nombre para siempre en la historia del ballet mundial».
Nacido en 1985 en Leningrado, ahora San Petersburgo, Shklyarov se graduó con honores de la Academia Vaganova en 2003, tras lo cual ingresó al Mariinsky. En 2011 fue ascendido a bailarín principal, el máximo rango en la compañía. Su trayectoria incluyó roles icónicos como el Príncipe Sigfrido en El lago de los cisnes, el Príncipe Deseado en La bella durmiente y Basilio en Don Quijote.
Además de su excelencia artística, Shklyarov fue conocido por sus posturas críticas hacia el gobierno ruso. En marzo de 2022, tras la invasión de Rusia a Ucrania, publicó en sus redes sociales un mensaje en contra de la guerra, afirmando: “Estoy en contra de cualquier guerra. No quiero fronteras ni conflictos”. Aunque posteriormente eliminó la publicación, el gesto marcó una distancia con las políticas de Vladimir Putin y demostró su valentía en un entorno cultural controlado por el Kremlin.
Además de su trabajo en Rusia, Shklyarov fue invitado a prestigiosas compañías internacionales como el Royal Ballet en Londres y el American Ballet Theatre en Nueva York. En 2014, recibió el premio internacional Dance Open en la categoría «Mr. Virtuoso» y fue nombrado Artista Honorable de Rusia en 2020.
El próximo 21 de noviembre, familiares, amigos y admiradores despedirán al bailarín en una ceremonia en el Teatro Mariinsky. Según Bartnóvskaya, será «la última vez que Vladimir cruce el escenario entre aplausos».
