Estudio: riesgo de demencia es más alto en comunidad LGBT+

Un reciente estudio ha revelado que las personas LGBTQ+ podrían tener un mayor riesgo de padecer demencia y depresión en la edad adulta, en comparación con sus pares cisgénero y heterosexuales. De acuerdo con esta investigación, publicada en la revista Neurology, el 25 de septiembre, las personas de la comunidad sexual y de género diversa tienen un 15% más de probabilidades de enfrentar problemas cerebrales como demencia, accidente cerebrovascular y depresión en la vejez.

El estudio, que abarcó un período entre mayo de 2017 y junio de 2022, analizó los datos de más de 393,000 adultos, de los cuales aproximadamente el 10% se identificaron como personas queer. Según las observaciones de los investigadores, uno de los factores que podría estar influyendo en estos resultados es el “estrés de minorías”, una carga emocional que surge de la discriminación y los prejuicios sociales.

La doctora Shufan Huo, autora principal del estudio y miembro postdoctoral en el Departamento de Neurología de la Universidad de Yale, comentó sobre los resultados. “Es preocupante observar las diferencias en la salud cerebral entre individuos de minorías sexuales y de género en comparación con las personas cisgénero y heterosexuales”, señaló. Sin embargo, también destacó que este tipo de estudios permiten visibilizar a grupos tradicionalmente marginados en la medicina.

Al desglosar los datos según la identidad de las personas, surgieron diferencias sorprendentes. Por ejemplo, las personas asignadas como hombres al nacer presentaron tasas más altas de depresión en la vejez, mientras que quienes fueron asignadas como mujeres al nacer y las personas de género diverso mostraron un mayor riesgo de desarrollar demencia. Asimismo, las mujeres transgénero enfrentaron un riesgo elevado de sufrir accidentes cerebrovasculares. Estos hallazgos reflejan cómo los distintos tipos de estigmatización social pueden influir en la salud mental y física de manera específica en cada grupo.

A pesar de los resultados alarmantes, el estudio concluyó que ser parte de la comunidad LGBTQ+ no es en sí un factor determinante para una peor salud cerebral. No obstante, el impacto del estrés, la discriminación y la prevalencia de condiciones mentales como la depresión y la ansiedad sí son factores que agravan los riesgos. Este fenómeno del “estrés de minorías” no es nuevo, pues investigaciones previas ya habían demostrado que este estrés crónico puede influir negativamente en la salud, aumentando, por ejemplo, el riesgo de cáncer.

El estudio también subrayó cómo la discriminación dentro del sistema de salud es otro factor que empeora los resultados. Uno de cada seis adultos LGBTQ+ evita acudir a servicios de salud por temor a ser discriminado, una cifra que se eleva a uno de cada cinco en el caso de las personas transgénero. En resumen, estos hallazgos destacan la necesidad de un enfoque más inclusivo en la medicina para mejorar la salud y bienestar de la comunidad LGBTQ+.

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