El pasado 14 de junio en el Comité de Expertos y Expertas convocado por el Ministerio de Salud (Minsal) se buscó interpretar y aplicar la evidencia científica en Chile sobre hormonoterapia para adolescentes con disforia o incongruencia de género. Así, la subsecretaria de Salud Pública, Andrea Albagli, destacó la colaboración con las sociedades científicas y anunció futuros encuentros con organizaciones civiles para validar el documento producido.
En este contexto, el Minsal emitió una circular con recomendaciones para la terapia hormonal género-afirmativa en adolescentes. Este documento supone una revisión de evidencia internacional y habría consultado a expertos para desarrollar orientaciones sobre el uso de bloqueadores de gonadotropinas y terapia hormonal cruzada en adolescentes trans y de género diverso. Sin embargo, ante la falta de consenso científico, el Minsal recomendó posponer nuevos tratamientos hormonales hasta la publicación de lineamientos técnicos.
Por otro lado, el Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh) ha expresado su preocupación por la decisión del Minsal de suspender todas las terapias hormonales para menores de 18 años. Según el Movilh, esta medida refleja una improvisación sin precedentes y afecta negativamente la calidad de vida de niños, niñas y adolescentes trans. Además, el Movilh recordó que desde 2011 existe un protocolo para mayores de 18 años y que la Ley 21.120 de identidad de género prohíbe la patologización de personas trans, garantizando su autonomía progresiva.
Finalmente, el Movilh critica al Minsal por no abordar esta temática previamente y por suspender los tratamientos en un contexto de creciente odio hacia los derechos LGBTIQ+. La organización espera que el comité de expertos entregue resultados científicos y respetuosos de los derechos humanos, pero recalca que el Minsal ha mostrado una falta de responsabilidad en la implementación de políticas LGBTIQ+.
Mientras se espera la publicación de los nuevos lineamientos, la controversia alrededor de la terapia hormonal para menores de edad sigue creciendo, reflejando la urgencia de políticas claras y respetuosas que protejan los derechos de todos los adolescentes en Chile.
