El Vaticano ha publicado un nuevo documento para la doctrina de la fe titulado Dignitas infinita (infinita dignidad), que ha generado una amplia gama de reacciones dentro y fuera de la comunidad eclesiástica. En este documento, se abordan varios temas controversiales con el objetivo de promover el respeto a la dignidad humana. Sin embargo, es crucial destacar que, aunque el texto reconoce algunos derechos de las personas LGBTQ+, también se muestra como opositor férreo de las cirugías de reasignación sexual, además de prácticas como el aborto y la gestación subrogada.
Aprobado por el papa Francisco tras el escándalo relacionado con las bendiciones de parejas homosexuales, este documento de veinte páginas es el resultado de cinco años de trabajo por parte del Dicasterio para la Doctrina de la Fe. Esta entidad, responsable de velar por el dogma de la Iglesia, identifica supuestas «violaciones concretas y graves» de la dignidad humana. Así, por primera vez de manera tan explícita, el documento vaticano condena la «teoría de género», alegando que es «extremadamente peligrosa» por su intento de eliminar diferencias en aras de la igualdad. De acuerdo con el texto, cualquier intervención de cambio de sexo amenazaría la dignidad inherente a cada persona desde el momento de la concepción. Por otra parte, critica la gestación subrogada por considerarla contraria a la «dignidad fundamental de todo ser humano» y señala la aceptación del aborto como reflejo de «una crisis muy peligrosa de la moral».
No obstante, el Vaticano intenta ponderar sus odiosas declaraciones recalcando algunos supuestos mínimos: respetar a las personas LGBTQ+, destacando las injusticias y persecuciones que sufren en varios lugares del mundo, incluyendo encarcelamiento, tortura, e incluso la muerte, solo por su identidad sexual.