Disney solía ser uno de los mayores donantes políticos del estado de Florida hasta que en 2022 detuvo sus contribuciones, cuando Bob Chapek estaba a cargo de la dirección del gigante del entretenimiento, quien se manifestó en contra de la legislación conocida popularmente como «No Digas Gay» o Ley de Derechos de los Padres en la Educación, que prohíbe la discusión de identidades LGBTQ+ en las aulas de las escuelas públicas de Florida, ampliamente criticada por odiosa y por coartar la libertad de expresión.
En ese entonces, en un correo dirigido a todo el personal de Disney, Chapek reconoció: “Necesitaban que fuera un aliado más fuerte en la lucha por la igualdad de derechos, y los decepcioné”. Admitió que había «fallado», pero prometió que, en adelante, sería un “defensor vocal de las protecciones, la visibilidad y las oportunidades que ustedes merecen”.
Pero Robert Iger asumió a fines de ese año como director ejecutivo de Disney y, según los registros de financiamiento de campañas publicados por el Orlando Sentinel, la empresa del ratón más conocido del mundo destinó USD 87.000 en contribuciones en especie, servicios y/o productos a organizaciones vinculadas a legisladores específicos entre abril y mayo de este año. Mientras por un lado, la contribución unitaria más significativa fue de USD 28,487 para Daley for Florida, apoyando al representante demócrata Dan Dale, por otro Disney también aportó USD 16.423 a Florida Farmers and Ranchers United, una organización que, aunque se declara no partidista, tiene vínculos con la representante republicana Josie Tomkow, partidaria de la ley anti LGBTQ+ de DeSantis.
Además, se realizaron donaciones por un valor aproximado de USD 10.000 a Citizens for Solutions y Friends of Joe Gruters. Sus beneficiarios: el senador estatal Jason Brodeur y Joe Gruters, ex presidente del Partido Republicano de Florida, y que apoyaron la legislación.