Disney ha vuelto a generar debate con el estreno de Win or Lose, su nueva serie animada en Disney+, al introducir a Laurie, un personaje abiertamente cristiano, mientras que, por otro lado, eliminó una historia que abordaba la identidad de género de otro personaje. Esta decisión ha reavivado el debate sobre la representación en los contenidos de la compañía y ha generado inquietud dentro de la comunidad LGBTQ+.
Laurie es la hija del entrenador del equipo de sóftbol Pickles y una de sus jugadoras. En el primer episodio, la vemos enfrentarse a sus inseguridades deportivas mientras busca la aprobación de su padre. En este contexto, su fe cristiana se presenta de manera explícita cuando, en una escena, la joven junta las manos en oración y dice: “Padre celestial, dame fuerza”. Además, en su habitación hay un recorte de un ángel, que refuerza esta faceta de su identidad.
El último personaje abiertamente cristiano de Disney se vio hace casi 20 años en Bridge to Terabithia (2007), donde los protagonistas hablaban sobre la religión tras asistir a la iglesia. Sin embargo, la inclusión de Laurie no ha sido el único cambio en Win or Lose. Poco antes del estreno, se supo que la serie originalmente contaba con una historia que exploraba la identidad de género de Kai, otro personaje del equipo. Interpretada por la actriz trans Chanel Stewart, Kai tenía líneas que hacían referencia a su experiencia como persona trans, pero estas fueron eliminadas.
Disney justificó la decisión argumentando que ciertos temas deben ser abordados por los padres con sus hijos en su propio tiempo. Aun así, la noticia generó indignación entre quienes esperaban una mayor representación trans en la animación infantil. Stewart expresó su decepción al respecto, señalando que la historia de su personaje tenía el potencial de dar visibilidad a la comunidad trans joven. A pesar de una petición que reunió miles de firmas para restablecer la trama, el cambio se mantuvo.
En el trasfondo de estas decisiones, hay quienes ven un patrón preocupante. Disney ha estado ajustando su discurso sobre diversidad, equidad e inclusión, especialmente en un contexto político donde figuras como Donald Trump han atacado la llamada “agenda woke” en la industria del entretenimiento. Un memorando filtrado sugiere que la compañía ha reformulado su enfoque sobre diversidad, priorizando un lenguaje más neutro en iniciativas internas.
Mientras tanto, la representación LGBTQ+ en los proyectos de Disney ha sido inconsistente. Aunque han existido personajes queer en películas como Strange World y Lightyear, estos filmes no recibieron un fuerte respaldo promocional y tuvieron un rendimiento irregular en taquilla. Más recientemente, la compañía fue criticada por no hacer explícitamente queer a Riley en Inside Out 2 y por retirar un episodio de Moon Girl and Devil Dinosaur que incluía un personaje trans.
La llegada de Win or Lose con estos cambios deja abiertas muchas preguntas sobre la dirección que tomará Disney en el futuro.