Thomas Jolly, director artístico de las ceremonias de apertura y clausura de los Juegos Olímpicos de París 2024, ha decidido llevar ante la justicia a quienes lo acosaron en redes sociales, motivados por lo que consideraron una representación “anticristiana” en la ceremonia inaugural. En realidad, Jolly buscaba transmitir un mensaje de inclusión y diversidad a través de una interpretación teatral inspirada en Dionisio, el dios griego del vino y el placer, pero algunos sectores malinterpretaron la escena, confundiéndola con el pasaje bíblico de La Última Cena. Esto desencadenó una serie de ataques en redes sociales hacia Jolly.
La controversia comenzó cuando, en una de las escenas de la ceremonia, un grupo de artistas LGBTQ+ realizó esta interpretación, lo cual generó rechazo especialmente entre sectores conservadores, que consideraron la puesta en escena como una afrenta. A raíz de esta confusión, Jolly fue objeto de un acoso en redes sociales que escaló rápidamente. La Fiscalía de París anunció que siete individuos fueron arrestados y acusados de ciberacoso, amenazas de muerte e insultos agravados. Los fiscales señalaron que este grupo buscaba silenciar y deslegitimar expresiones de inclusión en un evento de carácter público.
Las autoridades francesas consideran estos arrestos como solo el comienzo de la investigación. La Fiscalía advirtió que este tipo de ataques no serán tolerados, enfatizando que la persecución de estas agresiones es esencial para proteger la libertad de expresión y el respeto en eventos culturales y deportivos de gran alcance. Los acusados, de entre 22 y 79 años, se enfrentarán a posibles penas de prisión y multas, y se espera que comparezcan en marzo.
Jolly, por su parte, defendió el espíritu de su propuesta artística, aclarando que su objetivo no era subvertir ni generar controversia, sino promover un mensaje de amor y cohesión. Desde su denuncia inicial, realizada pocos días después de la ceremonia, Jolly ha mantenido su postura en defensa de un arte que represente valores de inclusión y respeto, afirmando que su obra está inspirada en el amor, no en la provocación.
Así, los Juegos Olímpicos de París han dejado en claro la importancia de una sociedad que respete la diversidad y condene el odio. Mientras continúan los procesos legales, el caso de Thomas Jolly resalta la urgencia de combatir el ciberacoso, especialmente cuando se trata de temas de inclusión y diversidad.