Dinamarca libera a Paul Watson, defensor de ballenas

El conocido activista y defensor de los océanos Paul Watson fue liberado este martes en Dinamarca, luego de que el Ministerio de Justicia de ese país rechazara la solicitud de extradición presentada por Japón. Watson, fundador de Sea Shepherd, había sido detenido el pasado 21 de julio en Nuuk, Groenlandia, bajo una orden de arresto vinculada a enfrentamientos ocurridos en 2010 con flotas balleneras japonesas en el Océano Austral. En este sentido, la justicia danesa argumentó que los hechos eran demasiado antiguos y destacó la complejidad de prolongar el proceso judicial.

Watson, con doble nacionalidad canadiense y estadounidense, es una figura icónica en la lucha contra la caza de ballenas. Su arresto, ocurrido cuando la embarcación John Paul Dejoria paró para abastecerse de combustible, generó preocupación entre grupos ambientalistas y defensores de los derechos de los animales. Cabe recordar que Japón, junto con Noruega e Islandia, continúa permitiendo la caza comercial de ballenas en sus aguas, lo que ha provocado reiterados enfrentamientos con la organización Sea Shepherd.

Desde su detención, la posible extradición de Watson a Japón, donde enfrentaría penas de hasta 15 años de cárcel, fue motivo de debate. Sin embargo, el gobierno danés consideró tanto el tiempo transcurrido desde los incidentes como la prolongada privación de libertad del activista para denegar la solicitud. Julie Stage, abogada de Watson, celebró la decisión y anunció que el activista queda en libertad, un paso significativo para su causa.

Más allá del caso, Watson ha dedicado su vida al activismo ambiental. Fundador de Greenpeace en 1971 y de Sea Shepherd, su trabajo ha logrado salvar miles de ballenas del peligro de la caza ilegal. En 2022, lanzó la Fundación Capitán Paul Watson, con la que continúa defendiendo las aguas internacionales del Océano Antártico. Reconocido con premios como el Genesis en 1998 y destacado por la revista Time como héroe ambiental, su trayectoria refuerza su compromiso con la protección de la vida marina.

Tras su liberación, Watson ha solicitado asilo en Francia, país que podría convertirse en su próximo refugio. Mientras tanto, la decisión de Dinamarca envía un mensaje claro sobre los límites del sistema judicial frente al activismo ambiental.

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