En la región de la Patagonia argentina, un grupo de paleontólogos ha revelado un nuevo dinosaurio carnívoro que habitó la Tierra hace aproximadamente 70 millones de años. Este nuevo hallazgo, denominado Koleken inakayali, fue descubierto en la Formación La Colonia, donde los investigadores inicialmente encontraron un hueso de un dedo del pie sobresaliendo de una roca. Posteriormente, las excavaciones revelaron un abelisáurido, un dinosaurio de hocico corto con características únicas que lo distinguen de otras especies conocidas.
Encabezado por Diego Pol del Museo Paleontológico Egidio Feruglio, el equipo de investigadores decidió nombrar al dinosaurio en honor a Inakayal, un líder del pueblo indígena tehuelche. De hecho, la palabra «Koleken» proviene de la lengua teushen y significa «proveniente de la arcilla y el agua». Este descubrimiento se enmarca en un esfuerzo continuo por desentrañar la evolución de los dinosaurios antes de la extinción masiva que tuvo lugar hace 66 millones de años.
Por otro lado, el Koleken se diferencia claramente de otros dinosaurios carnívoros, como el conocido Carnotaurus, también hallado en la misma formación geológica. A diferencia del Carnotaurus, que poseía cuernos distintivos, el Koleken carecía de estos rasgos, lo que sugiere que se trata de una especie hasta ahora desconocida.
Los restos encontrados incluyen huesos del cráneo, la columna vertebral, las caderas y las extremidades, muchos de ellos aún articulados, lo que es inusual. Esto sugiere que el Koleken fue sepultado rápidamente antes de que su cuerpo pudiera descomponerse. Además, a pesar de su tamaño, que alcanzaba los 6 metros, el Koleken tenía brazos sorprendentemente pequeños en comparación con su cuerpo.
En términos generales, los abelisáuridos, el grupo al que pertenece el Koleken, se caracterizan por sus cráneos cortos y adornados, cuellos robustos y extremidades anteriores reducidas y poco funcionales. Estos dinosaurios eran depredadores dominantes en el Hemisferio Sur, coexistiendo con grandes saurópodos como Titanomachya, otra especie recientemente descubierta en la misma área.
En definitiva, el descubrimiento del Koleken aporta nueva información sobre la diversidad y evolución de los dinosaurios carnívoros en Sudamérica. Este tipo de hallazgos es esencial para comprender mejor la historia evolutiva de los abelisáuridos y su adaptación antes del final del Cretácico. Por ello, Pol y su equipo siguen explorando la región, con la esperanza de encontrar más fósiles que puedan ofrecer más detalles sobre estos fascinantes dinosaurios.