En el Reino Unido, más de 200 personas trans han sido privadas de terapia hormonal (HRT) por parte de sus médicos, según una reciente investigación de medios LGBTQ+. El informe, elaborado por Trans Actual, revela que 215 personas han sido rechazadas al intentar acceder a hormonas, y en un 26% de esos casos, los pacientes contaban con una recomendación de una clínica de género del NHS (Servicio Nacional de Salud: National Health Service).
Este hallazgo surge en un contexto de creciente preocupación por las denuncias públicas en redes sociales sobre la denegación de HRT, impulsadas por el impacto del polémico Cass Report y una declaración emitida por el Colegio Real de Médicos Generales (RCGP). Según el informe, la mayoría de los casos ocurrieron en Inglaterra (86%), con incidentes menores en Escocia y Gales. Por otro lado, se destaca que el 27% de las personas estaban buscando su primera prescripción, mientras que el 73% ya habían sido recetadas previamente.
Además, la investigación revela que una de las razones principales para que los médicos se nieguen a recetar hormonas es la supuesta falta de competencia en el tema. Sin embargo, un factor preocupante es que en algunos casos, los propios médicos admitieron que su rechazo se debía a «creencias personales». Esto ha llevado a activistas como Keyne Walker, de Trans Actual, a denunciar que ciertos médicos transofóbicos se sienten empoderados para negar el acceso a tratamientos vitales, aprovechando la ambigüedad en las directrices del RCGP.
Ante esta situación, el RCGP publicó una declaración donde reconocen la complejidad de la atención a personas transgénero, pero no revirtieron por completo su posición anterior, lo que ha sido motivo de críticas. La organización Trans Actual exige que el RCGP asuma la responsabilidad por los daños causados y que se tomen medidas más estrictas para garantizar que los médicos cumplan con las prescripciones de las clínicas de género.
Este fenómeno no es aislado. Los relatos de personas trans que han sido privadas de su tratamiento de HRT se han vuelto cada vez más frecuentes. Muchas de estas personas ya han pasado por un largo y exhaustivo proceso para obtener la prescripción de una clínica especializada, solo para encontrarse con la negativa de sus médicos de cabecera, lo cual genera una gran frustración.
Es crucial seguir investigando y visibilizando estos casos, no solo para exponer el problema, sino también para generar un cambio real en el sistema de salud. Los esfuerzos por mejorar los servicios de atención trans deben incluir recursos adicionales y un compromiso firme de todas las partes involucradas para asegurar que todas las personas trans reciban el tratamiento que necesitan y merecen.