Un estudio del Instituto de Ecología y Biodiversidad (IEB) ha revelado que los bosques de Chiloé tienen una capacidad de almacenamiento de carbono que es el doble de la de los bosques amazónicos, destacando su papel crucial en la lucha contra el cambio climático. Por otro lado, esta investigación, liderada por la Universidad de Chile y el IEB bajo la dirección de Jorge Pérez Quezada, demuestra que estos bosques pueden absorber hasta 18 toneladas de dióxido de carbono por hectárea anualmente, reforzando su importancia en la mitigación del calentamiento global.
En consecuencia, los hallazgos, publicados en Biogeosciences, se basan en una década de monitoreo en la Estación Biológica Senda Darwin. De esta manera, se ha registrado que el ecosistema de Chiloé ha acumulado 1.073 toneladas de carbono por hectárea a lo largo de su existencia, y a la tasa actual, tomaría 211 años fijar esa cantidad.
Pérez Quezada, ingeniero agrónomo y doctor en Ecología, explicó que estos resultados desafían la creencia de que los bosques antiguos no acumulan carbono. Para ello, se utilizaron torres de monitoreo Eddy covariance, que miden el intercambio de dióxido de carbono entre los ecosistemas y la atmósfera, evidenciando que los bosques pueden actuar como sumideros de carbono.
Asimismo, se ha observado que la capacidad de absorción de CO2 de estos bosques también se extiende a la Patagonia chilena. Por ejemplo, estudios preliminares en Aysén sugieren una capacidad de almacenamiento de carbono similar a la de Chiloé, posicionando a estos bosques como unos de los más eficientes en captura de carbono a nivel mundial.
Este descubrimiento resalta la importancia de conservar los bosques nativos y provee una base para crear Bonos de Carbono de alta calidad. Felipe Escalona, CEO de Carbon Real, señaló que las mediciones precisas y las tecnologías avanzadas usadas en estos estudios aportarán un nivel de confianza y trazabilidad sin precedentes en la certificación de estos bonos, revolucionando el mercado de créditos de carbono y fomentando una economía sostenible.
Finalmente, el Ministerio de Medio Ambiente se beneficiará de estas nuevas metodologías, mejorando la precisión en las estimaciones de captura de carbono en Chile y fortaleciendo el compromiso del país para alcanzar la neutralidad de carbono en 2050.