Con la revelación de la carátula de su nuevo álbum, «Cowboy Carter», Beyoncé comparte no solo una imagen visual impactante sino también un mensaje profundo y reflexivo. Además, declara con firmeza que este proyecto no se limita a ser un álbum de country, sino una obra que encapsula su esencia como artista. Por otro lado, el proceso de creación, extendido por más de cinco años.
Este proyecto podría haber nacido de la experiencia de exclusión, cuando la cantante apareció para interpretar “Daddy Lessons” junto a The Dixie Chicks en los Country Music Awards del 2016, ocasión en que parte de la audiencia cuestionó que una mujer afrodescendiente encabezara el show. Por su parte los CMA intentaron borrar el momento, eliminando incluso a Beyoncé de su sitio web. Por si fuera poco, en menos de un año el comité de country de los Grammys iba a prohibir que «Daddy Lessons» fuera nominada. Sin duda, una afronta a la artista quien, por cierto, nació en Texas.
Así, Beyoncé parece decidida a transformar un momento difícil en un impulso para explorar más a fondo la historia de la música country. Por lo tanto, este viaje no solo amplió su comprensión musical sino que también le permitió apreciar cómo la música puede ser un puente entre culturas, uniendo a personas de todo el mundo mientras destaca las contribuciones de aquellos que han educado sobre la herencia musical.
Los sencillos «Texas Hold ‘Em» y «16 Carriages» no solo fueron éxitos comerciales, sino que también rompieron barreras, haciendo de Beyoncé la primera mujer negra en liderar la lista de Hot Country Songs. Asimismo, su éxito subraya el apoyo y la aceptación de sus seguidores, mientras aspira a un futuro donde la raza de un artista no influya en cómo se percibe su música dentro de diversos géneros.