Austria se alzó con el trofeo de Eurovisión 2025 gracias a JJ, un joven contratenor queer de raíces austro-filipinas que deslumbró con “Wasted Love”, una pieza que fusiona la ópera con la energía del club. Con ello, sumó un total de 436 puntos, conquistando tanto al jurado profesional como a una buena parte del público. JJ, de 24 años, se convirtió así en el tercer artista LGBTQ+ en ganar consecutivamente el certamen, reafirmando el espíritu diverso que ha caracterizado las últimas ediciones.
Al mismo tiempo, su victoria se vio atravesada por tensiones políticas. La participación de Israel volvió a generar controversia, esta vez con Yuval Raphael, quien logró el segundo lugar al obtener el mayor número de votos del público. La actuación fue recibida con una mezcla de aplausos y abucheos, reflejo del creciente rechazo a su inclusión en medio de la ofensiva militar en Gaza. A las afueras del recinto en Basilea se registraron manifestaciones que denunciaban el “pinkwashing” y exigían la exclusión de Israel, tal como ocurrió con Rusia en 2022.
Además, durante la transmisión del evento, la televisión pública española enfrentó amenazas de sanción por parte de la Unión Europea de Radiodifusión, tras mencionar en directo el conflicto en Gaza y el número de víctimas palestinas. La UER, en su intento por mantener una supuesta “neutralidad”, recordó su compromiso con un entorno inclusivo, aunque ese mismo marco ha sido criticado por permitir la participación de países involucrados en conflictos armados.
Mientras tanto, JJ celebraba su regreso a Viena rodeado de aplausos, abrazado por una comunidad que lo reconoce no solo por su talento vocal sino por alzar la voz a favor del amor y la libertad. En redes, agradeció el apoyo con un mensaje contundente: “LOVE IS NEVER WASTED”.
