Paul Auster, una figura icónica de la literatura neoyorquina, ha fallecido a los 77 años debido a complicaciones de un cáncer de pulmón en su hogar en Brooklyn. Su deceso fue confirmado por su amiga cercana, Jacki Lyden, al The New York Times, medio que también resalta su legado como una «superestrella literaria». Y es que Auster dejó una huella profunda en la narrativa contemporánea con novelas como La trilogía de Nueva York y El libro de las ilusiones, explorando la identidad y el azar.
Su estilo único y su penetrante mirada sobre la vida lo convirtieron en una referencia indiscutible dentro y fuera de Estados Unidos. En tanto, la comunidad literaria global ha reaccionado con una oleada de tributos y condolencias, reflejando el impacto de su obra en múltiples generaciones de lectores y escritores.
Vinculado estrechamente con Brooklyn, Auster fue reconocido como un guardián del patrimonio literario del distrito, inspirando a nuevos novelistas desde los años noventa. Su más reciente novela, 4321, publicada en 2017, capturó la atención internacional al ser preseleccionada para el Premio Man Booker, solidificando su estatus en la literatura global. Su influencia y sus historias continuarán resonando en el mundo literario, manteniendo vivo su espíritu innovador y conmovedor.