La Comisión de Libertad Condicional ha rechazado la solicitud de libertad condicional para Raúl López Fuentes, condenado por el asesinato de Daniel Zamudio en 2012, argumentando un «alto riesgo de reincidencia» y la presencia de «rasgos psicopáticos». Este rechazo se basa en un informe lapidario que señala la persistencia del comportamiento antisocial y la falta de conciencia sobre el daño causado.
Según el Movilh, López Fuentes muestra una «disposición al cambio» insuficiente para estructurar una estrategia realista y coherente. A pesar de ser consciente de los daños infligidos a la víctima y su familia, su enfoque sigue centrado en los costos personales de la privación de libertad, lo que sugiere una priorización del interés propio sobre el impacto de sus acciones en otros.
Así, Comisión también resalta la ausencia de beneficios intrapenitenciarios que respalden una reintegración gradual y progresiva a la sociedad. Esto, sumado al historial delictivo y la falta de empatía, refuerza la decisión de no otorgarle la libertad condicional.
Por otro lado, el rechazo de la solicitud de libertad condicional reafirma las penas dictadas en 2013 contra López Fuentes y otros implicados en el crimen de Zamudio. Estas penas serían una señal al no solo castigar el delito, sino también prevenir futuros actos de violencia y garantizar la seguridad pública, con énfasis en grupos históricamente vejados como la población LGBTQ+.