Lily Allen confiesa que el impacto de tener hijas fue devastador para su carrera musical. Aunque afirma que ellas la «completan», la cantante británica revela que su estrellato pop se vio afectado radicalemente. En una entrevista reciente en el podcast de Radio Times, Allen, de 38 años, compartió su experiencia, destacando que, aunque ama a sus hijas, la noción de «tenerlo todo» es irreal. Ironizando sobre el tema, expresó que realmente le molesta esa afirmación, ya que, según ella, no es posible lograrlo.
La artista, reconocida por éxitos en el Reino Unido, incluyendo su álbum debut «Alright Still», decidió apartarse de su carrera para dedicarse por completo a la crianza de sus dos hijas, fruto de su matrimonio con Sam Cooper. La decisión se basó en su deseo de evitar repetir la ausencia que experimentó en su propia infancia, ya que sus padres, el actor Keith Allen y la productora de cine Alison Owen, estaban frecuentemente ausentes debido a sus compromisos en la industria del entretenimiento.
A pesar de las cicatrices del pasado, Lily Allen no lamenta su elección y se alegra de haberse centrado en la crianza, asegurando que sus hijas se han convertido en personas completas. Actualmente, la cantante reside en Nueva York con sus hijas y su esposo, el actor de «Stranger Things» David Harbour, con quien contrajo matrimonio en 2020.