Con el lanzamiento de Inmersión, Javiera Mena abre un capítulo inédito en su trayectoria musical, uno que se atreve a mostrar su costado más íntimo. Este nuevo disco, el sexto de su carrera, se distancia de sus producciones anteriores para sumergirse en atmósferas emocionales profundas, donde la vulnerabilidad y la madurez creativa conviven en equilibrio. Así, nos encontramos con una artista que no solo evoluciona sonoramente, sino también en la forma de narrar su mundo interior.
El álbum está compuesto por diez canciones que exploran géneros como el soul, la balada, el bossa nova y sonidos inspirados en los años 70. De este modo, Mena se aleja de los beats electrónicos que marcaron parte de su identidad para entregar una propuesta más pausada, con arreglos de cuerdas y una estética de medio tempo que potencia su capacidad de emocionar sin perder sofisticación.
Canciones como “Volver a llorar”, “Entropía” y “Mar de Coral” —esta última junto a Santiago Motorizado— dan cuenta de una narrativa que abraza el dolor como vía de transformación. En palabras de la propia Javiera, se trata de un trabajo que “invita al oyente a conectarse desde un lugar más profundo y luminoso”, una suerte de viaje sensorial que busca reconectar con la esencia humana desde lo sensible.
Para dar vida a Inmersión, Mena colaboró con Luichi (Cupido) en la composición, y compartió la producción con Isidro Acedo y Pablo Stipicic. Gracias a estas alianzas creativas, la artista logra un equilibrio entre la experimentación y la fidelidad a su estilo, reafirmando su lugar como una voz destacada en el pop latino contemporáneo.
El disco verá su estreno en vivo el próximo 31 de mayo en el Teatro Caupolicán de Santiago, donde Mena promete una noche cargada de emociones y reencuentros con sus seguidores. Con entradas ya disponibles, el concierto anticipa ser una celebración de su presente artístico más genuino.
