Desde este lunes 27 de enero de 2026, el uso de animales para probar productos cosméticos, de higiene personal o de odorización quedó prohibido en Chile. La ley 21.646, publicada en el Diario Oficial, no solo restringe estas prácticas, sino también la comercialización e importación de artículos testeados en animales. De este modo, Chile se convierte en el 45° país en adoptar esta medida, marcando un importante precedente en la región.
La normativa, impulsada por la ONG Te Protejo, responde a un amplio respaldo ciudadano: una encuesta de Inside Research reveló que el 88% de la población apoyaba su aprobación. Gracias a este consenso, la ley fue votada unánimemente en el Senado en diciembre de 2023, con 27 votos a favor y una sola abstención.
Nicole Valdebenito, directora de Incidencia de Te Protejo, destacó la importancia de este avance, señalando que representa «un hito para el derecho animal en Chile» y contribuye a evitar el sufrimiento de animales en experimentos crueles. A su vez, subrayó que es el tercer proyecto en favor de los animales aprobado en la última década, consolidando un cambio hacia políticas más éticas.
El impacto de campañas internacionales también jugó un papel clave. Iniciativas como #BeCrueltyFree, liderada por Humane Society International, y el cortometraje animado #SaveRalph, con más de 150 millones de reproducciones globales, lograron visibilizar el problema y generar presión para la adopción de normativas similares en diversos países. Así, Chile se une a naciones como México, Brasil, India y Australia en la lucha por una industria cosmética libre de crueldad.
Por su parte, la Cámara de la Industria Cosmética de Chile expresó su apoyo a la ley, reafirmando su compromiso con estándares regulatorios éticos y sostenibles. Mauricio Hörmann, presidente ejecutivo del gremio, destacó que esta medida refleja valores compartidos con la sociedad moderna, alineando la industria nacional con tendencias globales.
En definitiva, con la entrada en vigencia de esta ley, Chile da un paso firme hacia la protección animal, marcando un precedente ético en América Latina y respondiendo a las exigencias de consumidores que buscan productos más responsables y libres de crueldad.