Fallece Marisa Paredes, ícono del cine español

El cine español despide con profunda tristeza a Marisa Paredes, quien falleció a los 78 años la madrugada del lunes, víctima de un paro cardíaco. La noticia, comunicada por la Academia de Cine, ha conmocionado a colegas y admiradores que hoy recuerdan su elegancia, compromiso y talento inigualable. Desde su debut juvenil hasta convertirse en una de las grandes actrices del panorama internacional, Paredes se despide como una diva del cine español.

Paredes, nacida en Madrid en 1946, creció cerca del Teatro Español, un escenario que alimentó su pasión por la interpretación desde niña. A los 14 años hizo su primera incursión en el cine con Esta noche tampoco y, poco después, debutó en teatro. Sin embargo, su gran consagración llegó en la década de los 80, cuando Fernando Trueba le otorgó un papel en Ópera prima. Desde entonces, comenzó a consolidarse como un referente indispensable de la actuación española.

Pero fue Pedro Almodóvar quien convirtió a Marisa Paredes en una figura icónica del cine. En películas como Tacones lejanos (1991), La flor de mi secreto (1995) y Todo sobre mi madre (1999), Paredes demostró su versatilidad y magnetismo interpretativo, convirtiéndose en una de las «chicas Almodóvar» por excelencia. Sus colaboraciones con el cineasta manchego la proyectaron hacia el ámbito internacional, permitiéndole participar en obras aclamadas como La vida es bella de Roberto Benigni o El espinazo del diablo de Guillermo del Toro.

Más allá del cine, Marisa Paredes fue una presencia constante en el teatro y la televisión, con actuaciones memorables en obras como Hamlet y en series como Felipe y Letizia. A lo largo de su carrera, acumuló prestigiosos reconocimientos, entre ellos el Premio Nacional de Cinematografía en 1996, la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes y, en 2018, el Goya de Honor por su destacada trayectoria. «La vida de una actriz es como una ruleta de la fortuna», reflexionó emocionada al recibir este galardón.

Sin embargo, la huella de Marisa Paredes trasciende la pantalla. Durante su presidencia en la Academia de Cine (2000-2003), lideró uno de los momentos más recordados de la historia del cine español: la gala de los Goya del «No a la guerra», en plena invasión de Irak. Siempre comprometida, no temió alzar la voz contra injusticias y desigualdades, reafirmando su papel como activista cultural y política.

La noticia de su fallecimiento ha generado un aluvión de mensajes de despedida. Pedro Almodóvar destacó su “esencia de pasión y entrega”, mientras que artistas como Penélope Cruz, Aitana Sánchez-Gijón y Agustín Almodóvar han expresado su dolor por la pérdida de una amiga y mentora. Para quienes compartieron escena con ella, Paredes era mucho más que una gran actriz: era una inspiración.

Marisa Paredes no solo fue una intérprete magistral, sino también una abuela entregada. Su nieta Thelma, nacida en 2021, se convirtió en su mayor alegría durante los últimos años. “Me ha dado la vida”, confesó con cariño en una de sus últimas entrevistas.

Su legado permanecerá intacto. La actriz que dio vida a mujeres fuertes y complejas, que luchó por el arte y la libertad, deja un vacío inmenso en el cine, el teatro y en los corazones de quienes la admiraron. Desde Madrid hasta el mundo, Marisa Paredes seguirá siendo sinónimo de talento, carácter y pasión por la vida.

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