Un hallazgo inesperado ha sacudido el universo musical: 12 canciones inéditas de Michael Jackson fueron encontradas en una bodega abandonada en Los Ángeles. El descubrimiento fue hecho por Gregg Musgrove, un expolicía californiano, quien accedió al contenido del trastero luego de que un socio suyo lo adquiriera en una subasta. Según informes de The Hollywood Reporter, las grabaciones corresponden a finales de los años 80 e inicios de los 90, justo antes del lanzamiento del icónico álbum Dangerous.
Las cintas, que pertenecían al productor Bryan Loren —quien trabajó con figuras como Whitney Houston y Sting—, contienen tanto casetes analógicos como grabaciones digitales (DAT) donde se escuchan conversaciones entre Jackson y Loren discutiendo el proceso creativo. Este detalle añade un valor incalculable al hallazgo, pues revela una faceta íntima del «Rey del Pop», donde se le escucha bromear y comentar ideas musicales.
Sin embargo, la emoción del descubrimiento ha chocado con una realidad legal infranqueable. El Jackson Estate, entidad encargada de administrar el legado del cantante, ha confirmado que posee los derechos originales de todas las canciones, por lo que no se permitirá ningún uso comercial ni público de las copias recuperadas. Además, aclararon que cuentan con las grabaciones originales, lo que refuerza su posición.
Entre los temas destacados del hallazgo se encuentra «Don’t Believe It», que parece aludir a las acusaciones de abuso sexual que rodearon la figura de Jackson en aquella época. Otra canción, titulada «Truth on Youth», presenta un dueto de rap con LL Cool J, mientras que «Seven Digits» explora temáticas más oscuras, refiriéndose a los números de identificación asignados a cuerpos en las morgues. Estas pistas ofrecen una visión única sobre el trabajo inédito del artista, sugiriendo un tono más introspectivo y crudo.
Aunque Musgrove y su equipo de abogados esperan obtener una cifra millonaria por las cintas en futuras subastas, el destino de este material permanece incierto. El hallazgo recuerda episodios previos en los que objetos de Jackson alcanzaron precios estratosféricos: en 2012, Lady Gaga adquirió 55 piezas de recuerdos, y una chaqueta usada en la gira Bad fue vendida por 240.000 dólares.