Una corte de Malasia ha ordenado la devolución de 172 relojes de la colección «Pride» de Swatch, incautados en mayo de 2023 por su diseño inspirado en los derechos LGBTQ+. Según las autoridades, estos productos, que incluyen los colores del arcoíris y el acrónimo “LGBTQ”, podían atentar contra la moral pública y el interés nacional en este país del sudeste asiático, donde la homosexualidad es ilegal. Sin embargo, el tribunal dictaminó que la confiscación fue indebida, ya que no existía una orden oficial que prohibiera la venta de estos relojes en el momento de la incautación.
El caso, que ha captado la atención internacional, subraya la creciente intolerancia hacia la comunidad LGBTQ+ en Malasia, un país mayoritariamente musulmán. Además, el gobierno malasio había implementado posteriormente una prohibición explícita que incluía no solo los relojes, sino también sus cajas, accesorios y cualquier referencia a LGBTQ+ en estos productos. Pese a ello, el fallo judicial dejó claro que esta restricción se oficializó tres meses después de los operativos en las tiendas de Swatch.
La Swatch Group, fabricante suizo de los relojes, presentó una demanda alegando que la confiscación no solo era ilegal, sino que también había dañado su reputación comercial. De acuerdo con su argumento, los relojes no promovían ninguna actividad sexual, sino que celebraban valores universales como la paz y el amor. En respuesta, el tribunal ordenó que los relojes fueran devueltos a la empresa en un plazo de 14 días, decisión que fue comunicada por el fiscal gubernamental Mohammad Sallehuddin Md Ali.
Por su parte, el ministro del Interior, Saifuddin Nasution Ismail, afirmó que su ministerio acatará la orden judicial, aunque no descartó apelar después de analizar a fondo los fundamentos del fallo. Sin embargo, incluso con el fallo a favor de Swatch, las restricciones impuestas en agosto de 2023 continúan vigentes, lo que implica que estos relojes no podrán comercializarse en Malasia.
El incidente no es aislado en el contexto de tensiones culturales en el país. Por ejemplo, en julio de 2023, el gobierno suspendió un festival musical en Kuala Lumpur luego de que el líder de la banda británica The 1975 besara a un compañero en el escenario, un gesto que generó rechazo entre sectores conservadores. Este episodio refleja el desafío al que se enfrenta el primer ministro Anwar Ibrahim, cuyo gobierno, pese a haber llegado al poder con una plataforma progresista, ha dejado claro que no reconocerá derechos para la comunidad LGBTQ+.
La Swatch Group ha descrito el diseño de su colección “Pride” como un símbolo inclusivo que trasciende géneros y razas. No obstante, las autoridades han insistido en que tales representaciones no son aceptadas por la mayoría de la población malasia. La disputa pone de manifiesto el delicado equilibrio entre los derechos comerciales, la libertad de expresión y las restricciones culturales en un entorno cada vez más polarizado.