El Estado austriaco se compromete con quienes fueron perseguidos o condenados desde 1945 a causa de su orientación sexual, permitiéndoles solicitar una compensación financiera, marcando un acto de responsabilidad estatal que busca reparar las injusticias pasadas. Así, la ministra de Justicia, Alma Zadić, anuncia compensaciones con un fondo de 33 millones de euros para unas 11.000 personas, reflejando un esfuerzo por restaurar la dignidad y humanidad violadas.
Y es que entre 1945 y 1971, aproximadamente 13.000 personas fueron injustamente condenadas por su orientación sexual y, aunque hubo una reforma en 1971, ciertos estatutos continuaron penalizando la homosexualidad hasta 2002. Este largo periodo de discriminación es ahora reconocido como una violación de derechos humanos.
Y aunque el Estado austriaco ya pidió perdón en junio, busca poner sus intenciones en acciones con estas medidas y gestionar su pasado con transparencia. Reconociendo los daños causados, se ofrece una disculpa a los afectados y sus familias. Este gesto, según el portavoz del partido Socialdemócrata Austriaco (SPÖ), Mario Lindner, y el historiador Andreas Brunner, aunque no borra el dolor pasado, representa un reconocimiento significativo de las injusticias cometidas.