Donald Trump ha vuelto a insistir en afirmaciones completamente desacreditadas sobre cirugías de afirmación de género realizadas en escuelas, alegando que se realizan sin el consentimiento de los padres. Durante un evento de campaña reciente en el Bronx, el expresidente mencionó que algunos niños “se van al colegio y vuelven siendo niñas, sin consentimiento parental”. Estas declaraciones, que ya había hecho anteriormente, han sido rotundamente desmentidas por expertos y verificadores de hechos, quienes aseguran que no hay evidencia de que tales procedimientos se lleven a cabo en las escuelas.
A pesar de la falta de pruebas, Trump sigue utilizando esta retórica para alimentar su campaña, especialmente entre sectores conservadores que han adoptado una agenda anti-LGBTQ+. En el evento, Trump volvió a señalar que los niños trans son una «amenaza para la democracia», mezclando sus opiniones sobre educación con su propuesta de eliminar el Departamento de Educación, algo que también forma parte de la plataforma de Project 2025, un plan que busca reestructurar varias áreas del gobierno.
Además de estas afirmaciones infundadas, Trump ha recurrido a anuncios polémicos para seguir promoviendo su mensaje. Un ejemplo reciente es un video en el que combina escenas de la película Full Metal Jacket con imágenes de drag queens y la Dra. Rachel Levine, una funcionaria transgénero de salud. El mensaje del video es claro: Trump no quiere un «ejército inclusivo». Estas estrategias buscan captar la atención de votantes que se oponen a los avances en derechos para la comunidad LGBTQ+.
Este tipo de tácticas no son nuevas en la política de Trump, quien ha utilizado repetidamente el miedo y la desinformación como herramientas para movilizar a su base. Sin embargo, su insistencia en asociar a las personas trans con una «amenaza a la democracia» revela su intención de intensificar la polarización y desviar el debate de temas más urgentes. Por ejemplo, en el mismo evento, al ser cuestionado sobre la economía y la situación fronteriza, Trump recurrió a datos erróneos y declaraciones confusas, como cuando afirmó que se habían liberado más de 13,000 asesinos, un número que resultó ser una interpretación incorrecta de un informe de ICE.
En resumen, las declaraciones de Trump sobre las cirugías de afirmación de género en escuelas forman parte de una narrativa política que busca explotar el miedo y la desinformación para avanzar en su campaña. Aunque estas afirmaciones han sido desmentidas una y otra vez, continúan formando parte de su discurso público, lo que subraya la necesidad de una mayor responsabilidad en la forma en que los líderes políticos abordan temas sensibles y las realidades de las comunidades vulnerables.