La liga de fútbol francesa (LFP) ha condenado enérgicamente los cánticos homófobos que se escucharon durante el partido del 19 de octubre entre el Paris Saint-Germain (PSG) y el Estrasburgo en el Parc des Princes. Estos cánticos, dirigidos principalmente al Olympique de Marsella y su jugador Adrien Rabiot, han generado una nueva oleada de indignación debido a su naturaleza discriminatoria, en un contexto donde tanto la LFP como diversas organizaciones han trabajado durante años para erradicar el odio y la homofobia en los estadios.
Los cánticos, que duraron aproximadamente diez minutos, fueron protagonizados por los ultras del PSG en la tribuna Auteuil. El exjugador del PSG, Adrien Rabiot, fue el blanco principal de los insultos tras su fichaje por el Marsella, considerado una traición por muchos aficionados. Esta hostilidad hacia jugadores que cambian de equipo no es nueva, pero cuando se mezcla con el odio homofóbico, la gravedad del asunto aumenta significativamente.
La LFP ha anunciado que su comisión disciplinaria investigará a fondo el incidente, con la posibilidad de sanciones severas, como ha ocurrido en el pasado. En la temporada anterior, el PSG ya fue castigado con el cierre parcial de su estadio tras cánticos de carácter homofóbico durante un encuentro contra el mismo equipo, el Marsella. A pesar de las sanciones y los intentos de concienciación, estos comportamientos siguen siendo un problema recurrente.
Durante el partido, el speaker del estadio intentó sin éxito detener los cánticos mediante avisos por megafonía. Sin embargo, los aficionados no cesaron, lo que ha generado preocupación entre las autoridades deportivas y políticas. La intervención del gobierno francés ha sido inmediata, con el Ministro de Deportes, Gil Avérous, anunciando que sostendrá una reunión con los líderes de la LFP para discutir acciones concretas que frenen este tipo de actitudes en los estadios.
En paralelo, jugadores como Ousmane Dembélé y Achraf Hakimi, del PSG, han sido captados en incidentes previos usando insultos homófobos contra el Marsella, lo que obligó a los futbolistas a pedir disculpas públicas. Estos incidentes muestran la extensión del problema no solo entre los aficionados, sino también en el comportamiento de algunos jugadores, lo que agrava la percepción pública sobre la falta de respeto en el deporte.
Además de las investigaciones en curso, se ha prohibido la asistencia de los aficionados del PSG al próximo clásico contra el Marsella en el Stade Vélodrome, como medida preventiva debido a la histórica rivalidad entre ambas hinchadas. No obstante, esta prohibición parece ser un paliativo temporal, y queda por ver si se implementarán medidas a largo plazo para asegurar que este tipo de cánticos desaparezcan definitivamente del fútbol francés.