El asesinato de Dime Doe, una mujer transgénero de Carolina del Sur, ha marcado un precedente legal en Estados Unidos. En un veredicto histórico, Daqua Lameek Ritter fue condenado a cadena perpetua tras ser hallado culpable de asesinato, además de cargos por crimen de odio, violación de leyes federales de armas y obstrucción de la justicia. Este caso, destacado por ser el primero en el que una persona es condenada bajo la ley federal de crímenes de odio por violencia fatal contra una persona trans, ha sido un hito en la lucha por los derechos de la comunidad LGBTQ+.
Según lo presentado en el juicio, Ritter mantenía una relación con Doe, la cual intentaba ocultar debido a otra relación. Las pruebas indicaron que las tensiones aumentaron cuando rumores sobre su vínculo comenzaron a circular. Finalmente, en agosto de 2019, Ritter llevó a Doe a un lugar apartado y le disparó tres veces. Este crimen, profundamente motivado por prejuicios, fue procesado bajo la Ley de Prevención de Crímenes de Odio Matthew Shepard y James Byrd Jr., una legislación que protege contra actos de violencia basados en género, identidad de género y orientación sexual.
Para el Departamento de Justicia, este veredicto es una señal clara de que no se tolerará la violencia motivada por el odio. La fiscal adjunta Kristen Clarke destacó que esta condena no solo es un acto de justicia para Doe, sino también un mensaje para quienes persiguen a las personas LGBTQ+. “Este fallo demuestra el compromiso del gobierno con la defensa de los derechos civiles de todos los estadounidenses”, afirmó Clarke.
Además de la condena, la sentencia también arroja luz sobre el aumento alarmante de la violencia contra las personas trans, especialmente mujeres negras, en los últimos años. Según datos de la Human Rights Campaign, los crímenes de odio contra personas trans han crecido drásticamente, con un aumento del 35% en 2022. La mayor parte de las víctimas de esta violencia son personas de color.
El impacto de la pérdida de Doe sigue siendo sentido por sus seres queridos, quienes la recordaban como una persona llena de vida y energía. A pesar de que la sentencia no devuelve a Doe, sus amigos y familiares han expresado que este acto de justicia podría brindarles algún consuelo.
Este caso no solo es una victoria en la lucha por los derechos de las personas trans, sino que también refleja la necesidad urgente de combatir el odio y la violencia que afectan a la comunidad LGBTQ+.