Un reciente estudio científico, publicado en la revista PeerJ Life & Environment, advierte sobre la posible desaparición de los perezosos de dos dedos (Choloepus hoffmanni) en menos de cien años. De hecho, los efectos del cambio climático representan una amenaza seria, especialmente para aquellos individuos que habitan en zonas de gran altitud. Esto se debe a las características únicas de su metabolismo, las cuales dificultan su adaptación a un entorno cada vez más cálido.
Actualmente, los perezosos se consideran una especie de «menor preocupación» según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). Sin embargo, este nuevo estudio revela que, bajo escenarios de cambio climático, la supervivencia de estos animales podría verse comprometida. La razón principal radica en su metabolismo extremadamente lento, lo que les impide regular eficientemente su temperatura corporal frente al aumento sostenido de las temperaturas.
Además, la investigación liderada por la Dra. Rebecca Cliffe, mostró que los perezosos de zonas más altas enfrentan un reto aún mayor. Estos individuos, debido a su baja capacidad de termorregulación, sufren incrementos significativos en su tasa metabólica con las temperaturas elevadas pronosticadas para el año 2100. Lamentablemente, los perezosos no pueden compensar este aumento de demanda energética consumiendo más alimentos, ya que su capacidad digestiva es hasta 24 veces más lenta que la de otros herbívoros similares.
Otro factor crítico es la falta de capacidad de desplazarse hacia áreas con condiciones más favorables. En este sentido, los perezosos que habitan en zonas montañosas enfrentan el riesgo de extinción, ya que no tienen la posibilidad de migrar hacia climas más frescos. Esta falta de flexibilidad geográfica, combinada con su vulnerabilidad metabólica, coloca a estas poblaciones en una situación extremadamente delicada frente al cambio climático.
Por otro lado, las poblaciones de tierras bajas tienen una ligera ventaja, ya que podrían desplazarse hacia zonas más altas en busca de condiciones menos adversas. Sin embargo, esto no garantiza su supervivencia a largo plazo si el calentamiento global continúa sin mitigación.
Finalmente, los científicos subrayan la urgencia de desarrollar estrategias de adaptación y políticas de conservación. Estas medidas podrían ayudar a suavizar los riesgos que enfrenta la especie y garantizar su futuro en un planeta que se calienta rápidamente. Como señaló la Dra. Cliffe, sin acciones concretas, podríamos perder a estas fascinantes criaturas antes del final del siglo.