Un reciente estudio del Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh), con apoyo de Outright International, reveló que las redes sociales son el principal canal de difusión de los discursos de odio contra la comunidad LGBTIQ+ en Chile, con un 88,4% de los encuestados identificándolas como tales. Además, las iglesias fueron señaladas como las mayores responsables de promover estas narrativas (81,8%). A raíz de esto, un 73,8% considera que las personas LGBTIQ+ no están debidamente protegidas frente a estos ataques en el país. Por este motivo, la mayoría demanda la creación de leyes que sancionen los discursos de odio, además de campañas que ayuden a erradicarlos.
Por otra parte, el impacto de estos discursos es significativo: el 58% de las personas LGBTIQ+ reportó que, en algún momento de su vida, estos comentarios han afectado negativamente su calidad de vida. En línea con esto, un 84,3% cree que los discursos de odio repercuten de manera adversa en el bienestar de las diversidades sexuales y de género. Adicionalmente, un 79,3% considera que estas narrativas obstaculizan su participación en la vida política, social y cultural.
A pesar de este panorama, la democracia sigue siendo vista como la mejor vía para garantizar los derechos de la comunidad. El 83,5% de los encuestados afirmó que este sistema es el más efectivo para proteger sus libertades. Sin embargo, es importante destacar que la confianza en las instituciones sigue siendo baja, con críticas especialmente dirigidas hacia los tres poderes del Estado.
En cuanto a las próximas elecciones, el estudio revela que las personas LGBTIQ+ no votarían por candidatos que nieguen sus derechos, pero tampoco consideran suficiente que un candidato apoye sus causas si no tiene propuestas claras en otros temas cruciales para el país. De este modo, se observa que el voto de esta comunidad se centra más en las propuestas generales que en la identidad de género u orientación sexual de los postulantes.
Este sondeo ofrece una visión clara de la compleja relación entre las diversidades sexuales y la política en Chile, con el foco puesto en la necesidad de combatir los discursos de odio y fortalecer la democracia como medio para garantizar sus derechos.