El régimen talibán en Afganistán continúa intensificando su control sobre la vida cotidiana, con nuevas leyes que restringen aún más la libertad de las mujeres. Entre las medidas más recientes, se destaca la prohibición del sonido de la voz femenina en espacios públicos, lo cual representa un grave retroceso en los derechos humanos y un reflejo de la interpretación más severa de la ley islámica que este régimen ha implementado desde su regreso al poder en 2021. Además, estas normativas consolidan la represión sistemática hacia las mujeres afganas, quienes ya enfrentan severas restricciones en su vida diaria.
El conjunto de leyes, promulgado recientemente, se centra en imponer la moralidad desde la perspectiva talibán. En este sentido, las mujeres están obligadas a cubrirse completamente el cuerpo y el rostro, utilizando un velo integral, con el fin de evitar “causar tentación” a los hombres. Esta prohibición incluye cualquier tipo de vestimenta que pueda considerarse ajustada, delgada o que revele la forma del cuerpo. De igual modo, las mujeres tienen prohibido usar cosméticos o perfume, para evitar imitar a las mujeres no musulmanas. Estas normas, que anteriormente se aplicaban de manera irregular, ahora se han formalizado, otorgando al Ministerio de la Virtud y el Vicio una mayor autoridad para imponerlas.
Por otro lado, el documento legal, compuesto por 35 artículos, también establece que las mujeres no pueden cantar, recitar o hablar en público, actividades que han sido clasificadas como «faltas contra la modestia». En línea con estas medidas, se les prohíbe a las mujeres mirar a hombres con los que no tengan un parentesco, reforzando la segregación de género que ha caracterizado al régimen talibán desde su retorno.
La ley no solo afecta a las mujeres; los hombres también enfrentan restricciones bajo estas nuevas normativas. En particular, se prohíbe el uso de corbatas, afeitarse la barba más allá de la longitud de un puño y peinarse de maneras que puedan ser consideradas contrarias a la ley islámica. Asimismo, los hombres tienen prohibido interactuar con mujeres que no sean parientes.
Finalmente, la nueva ley también impone restricciones severas a los medios de comunicación, obligándolos a ajustarse a la sharía. Esto incluye la prohibición de publicar imágenes de seres vivos, lo que representa un duro golpe para el ya frágil panorama mediático en Afganistán. La normativa establece un sistema de castigos que incluye desde advertencias verbales hasta detenciones, dependiendo de la gravedad de la infracción. Además, las personas que no se adhieran a estas reglas podrían ser remitidas a los tribunales, donde enfrentarían sanciones adicionales.