La mpox, anteriormente conocida como viruela del mono, se mantiene como una preocupación global, aunque los expertos aseguran que no es «el nuevo covid». Desde que la OMS la declaró emergencia sanitaria mundial en 2022 debido a su rápida expansión en Europa y América, la enfermedad ha continuado afectando gravemente a África, especialmente en la República Democrática del Congo (RDC), donde han fallecido al menos 450 personas. Sin embargo, las autoridades sanitarias insisten en que la situación es manejable.
A diferencia del covid-19, el riesgo de contagio masivo es bajo. Según el doctor Hans Kluge, director regional de la OMS en Europa, la clave para controlar la propagación ha sido el trabajo directo con las comunidades más afectadas.
Existen dos variantes principales del virus: el clado I, más común en África, y el clado II, responsable del brote mundial de 2022. A pesar de la aparición de nuevas variantes, como el clado Ib, los expertos afirman que con medidas de salud pública adecuadas y acceso equitativo a vacunas, es posible contener la enfermedad.
Actualmente, la OMS no recomienda una vacunación masiva, sino que sugiere enfocar los esfuerzos en los grupos de mayor riesgo. Además, la colaboración internacional es esencial para garantizar la distribución justa de vacunas, especialmente en África, donde se planea iniciar una campaña de vacunación en la RDC y Nigeria. Finalmente, los CDC de África han enfatizado la necesidad de evitar restricciones de viaje discriminatorias y priorizar la solidaridad global en la respuesta a la mpox.
