El colectivo artístico MSCHF, conocido por su enfoque irreverente hacia la cultura popular, ha lanzado un proyecto que cuestiona nuestros hábitos de consumo de una manera radical. Con el nombre «Our Cow Angus», esta iniciativa pone a los consumidores en una encrucijada ética: decidir entre sacrificar a un ternero para convertirlo en hamburguesas y bolsos, o salvarlo, renunciando a su compra y garantizando su vida en una granja.
Este proyecto pretende ir más allá de una simple crítica a la industria cárnica. MSCHF busca exponer la hipocresía en torno a la explotación animal y el consumo masivo, utilizando a Angus como símbolo de un dilema moral. Los compradores tienen la opción de preordenar hamburguesas y bolsos elaborados con la piel del ternero, o bien pueden optar por «devolver» su compra, asegurando que Angus viva sus días en paz. Si más del 50% de las personas que participan en el proyecto eligen salvar al animal, el dinero recaudado se destinará a su mantenimiento en una granja.
Así, MSCHF entrega a cada comprador un «Angus Token», una ficha con un código único que les permite decidir si quieren mantener su compra o liberarse de ella. Esta decisión es irreversible y simboliza el poder que cada individuo tiene en sus manos para hacer una diferencia. Para la marca, la campaña pone en relieve cómo, en un mundo donde las decisiones de consumo a menudo parecen triviales, un simple gesto puede tener un impacto profundo.
Sin embargo, la recepción de la campaña ha sido disímil. Muchos han criticado cierta trivialización de la crueldad animal y frialdad con la que se juega con la vida del ternero, soslayando por cierto la disposición de la marca a matar a Angus a cambio de dinero; mientras, otros elogian la capacidad de MSCHF para despertar conciencia sobre temas tan delicados. A pesar de la controversia, lo cierto es que la iniciativa de MSCHF plantea preguntas cruciales: ¿Estamos dispuestos a cambiar nuestras acciones por el bienestar de otros? ¿O simplemente seguiremos adelante, ignorando las consecuencias de nuestras elecciones? Incluso una que quizás MSCHF no previó: ¿Están las repuestas solo del lado del eventual consumidor? ¿Cuál es el rol de las corporaciones y a qué están dispuestas a cambio de dinero?