Irlanda ha decidido enfrentar con firmeza la incitación al odio y el contenido perjudicial en internet. Para ello, el gobierno promueve el Proyecto de Ley de Justicia Penal (Incitación a la Violencia o al Odio y Delitos de Odio), una iniciativa que busca renovar la antigua legislación de 1989. El objetivo es claro: imponer multas millonarias a las empresas que no eliminen rápidamente este tipo de publicaciones. Lo novedoso del proyecto es que los ejecutivos de las plataformas también serán responsables personalmente si hay demoras en la eliminación de contenido hostil.
El aumento de las amenazas en línea dirigidas a ministros irlandeses ha acelerado la necesidad de estas medidas. Simon Harris, líder del gobierno, subrayó que las redes sociales no pueden seguir operando como un «salvaje Oeste» al margen de las leyes que rigen los medios tradicionales.
Aunque la propuesta ha generado controversia, especialmente por la oposición de Elon Musk, propietario de X, el gobierno se mantiene firme en su enfoque. Musk ha expresado su intención de impugnar la ley y financiar la defensa de cualquier ciudadano irlandés afectado, pero para las autoridades irlandesas, la prioridad sigue siendo proteger la seguridad y el bienestar de su población.