La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha declarado nuevamente la emergencia sanitaria internacional debido a la propagación de una variante de Viruela del Mono más peligrosa en África. La expansión de la variante en la República Democrática del Congo ha sido motivo de gran preocupación, con más de 15.000 casos reportados en lo que va del año y un saldo trágico de 548 muertes. Esta situación ha llevado a la OMS a reactivar su máximo nivel de alerta, buscando una respuesta coordinada a nivel internacional. Además, el organismo no descarta que esta variante pueda propagarse más allá de África, con un primer caso reportado en Suecia, lo que indica que Europa podría enfrentar brotes en las próximas semanas.
La nueva cepa, conocida como Clado 1, se ha mostrado más letal y contagiosa que las anteriores, afectando principalmente a menores de 15 años. Según los expertos, el 70% de los casos positivos en el Congo pertenecen a este grupo etario, y de estos, un 39% son menores de cinco años, quienes además concentran un alto porcentaje de las muertes.
Viruela del Mono en Latinoamérica
En tanto, Argentina ha confirmado los primeros cinco casos de Viruela del Mono en lo que va del 2024. El reporte proviene, proveniente del Boletín Epidemiológico Nacional, abarca desde la primera hasta la semana 31 del año. Hasta ahora, de los 39 casos investigados, 24 han sido descartados y 10 permanecen en estudio, aunque no se ha registrado muertes por esta enfermedad durante este periodo en el país trasandino.
Según la autoridad de salud argentina, la cepa identificada corresponde a Clado 2, la misma que circula en más de 30 países desde que la enfermedad se introdujo en la región en 2022, distinta a la que azota al Congo. De los contagios confirmados, tres presentan antecedentes de viajes recientes, mientras que uno no tiene un historial de viajes, y el quinto caso está bajo investigación epidemiológica. Los síntomas principales de Viruela del Mono incluyen fiebre, dolores musculares y erupciones vesiculares que aparecen en diversas partes del cuerpo, como genitales, perianales, manos y torso.
Mientras tanto, en Chile no hay casos de esta nueva variante, según declaró la ministra de Salud Ximena Aguilera, quien señaló que aunque no se han registrado contagios en el país, el gobierno sigue comprometido en la prevención. Y es que desde 2022, Chile ha implementado vacunas para lo que consideran “población de riesgo”.
Escasez de Vacunas
A pesar de la gravedad de la situación, la declaración de emergencia sanitaria internacional no implica medidas obligatorias para los países, pero permite una mejor coordinación entre los estados para la compra de vacunas y la implementación de respuestas rápidas. Sin embargo, uno de los mayores desafíos sigue siendo la capacidad limitada de producción de vacunas, ya que se estima que solo África necesitaría al menos 10 millones de dosis, mientras que actualmente solo hay disponibles 200.000.
Mientras, la OMS ha trabajado en conjunto con los fabricantes para incrementar la producción, y se espera que para 2025 se logre fabricar hasta 10 millones de dosis adicionales. En cuanto a la prevención, la clave sigue siendo identificar los mecanismos de transmisión de esta nueva variante y focalizar los esfuerzos de vacunación en las poblaciones más vulnerables.
En África, donde la infraestructura sanitaria es más precaria, la prevención y la respuesta ante la expansión de la Viruela del Mono se han visto limitadas. Para enfrentar la crisis, el Congo ha adoptado un enfoque basado en la movilización comunitaria y la implementación de un plan nacional de vacunación. Además, se busca la colaboración de organismos internacionales como la Unión Africana para obtener recursos adicionales.
Por su parte, aunque en Europa el riesgo actual de propagación de Viruela del Mono se considera bajo, las autoridades sanitarias han intensificado la vigilancia. La información y las campañas de prevención también juegan un papel crucial, especialmente en grupos de riesgo como personas con VIH y personas que practican sexo sin protección. Por otro lado, la vacunación sigue siendo la herramienta principal para contener la enfermedad.
La Viruela del Mono, a pesar de ser menos grave que la viruela tradicional, presenta síntomas que pueden resultar dolorosos e incómodos, como lesiones cutáneas y fiebre. Para reducir el riesgo de contagio, se recomienda evitar el contacto estrecho con personas infectadas y utilizar equipo de protección personal, especialmente en entornos de atención médica. Las medidas de higiene, como el lavado frecuente de manos, también resulta fundamental para prevenir la propagación del virus y frenar así su propagación. Una vez más cuidarnos es tarea de todxs.
