Después de seis largos meses de pesadilla en Qatar, Manuel Guerrero, un mexicano con ciudadanía británica, ha logrado abandonar el país y se dirige ahora a Londres, según informó la Secretaría de Exteriores de México. Desde el inicio de su calvario el 4 de febrero, Guerrero, de 30 años, fue encarcelado por su orientación sexual tras haber sido atrapado en una trampa tendida por la policía qatarí. Durante su detención, sufrió torturas físicas y psicológicas en prisión, una experiencia que marcó profundamente su vida.
Qatar, un país regido por la sharia, prohíbe las relaciones homosexuales, castigándolas con penas que pueden llegar hasta siete años de prisión. Aunque las penas más severas rara vez se aplican, las leyes son utilizadas para reprimir y castigar a la comunidad LGTBI+. En este contexto, Guerrero se convirtió en víctima de una justicia discriminatoria, que lo acusó falsamente de posesión y consumo de drogas. Este cargo, que él negó rotundamente, fue fabricado para justificar su detención basada en su orientación sexual.
Desde el arresto de Guerrero, organizaciones LGTBI+ y colectivos de derechos humanos lanzaron campañas para visibilizar su caso y presionar a las autoridades. Guerrero, que es portador de VIH, no recibía la medicación necesaria, lo que agravó aún más su situación. Tras intensas gestiones diplomáticas y la intervención de los consulados de México y Reino Unido, Guerrero fue liberado de la cárcel en marzo, aunque se le prohibió salir del país hasta que concluyera el proceso judicial.
Finalmente, en junio, la justicia qatarí lo sentenció a pagar una multa y ser deportado. Aunque Guerrero apeló, la sentencia fue ratificada en agosto, lo que selló su destino. Con la multa pagada y la colaboración diplomática, ha logrado salir de Qatar y llegará a México tras una breve estancia en Londres, donde se someterá a una revisión médica. En su despedida, Guerrero ha instado a la comunidad internacional a seguir luchando por los derechos LGTBI+ en países que continúan vulnerándolos.